TÍTULO: DIVINO UNIVERSO EXPANSIVO PENSANTE; LA CHISPITA SOLAR SE EXPANDE; SUS FLUIDOS SOLARES SE MULTIPLICAN; NACEN LOS MUNDOS MICROSCÓPICOS; SURGEN LOS PARAÍSOS TERRENALES.-

Sí hijito; escribiremos el divino principio de la vida; la vida es un divino plan del divino creador; toda perfección comienza siendo microscópica; nadie es grande en el Reino de los Cielos, sino ha sido chiquitito; tan chiquitito, como puede ser lo un microbio; todos los ángeles de mi divino reino, fueron chiquititos y humildes; y son ahora grandes en el Reino de los Cielos; ellos son, las divinas lumbreras solares; ellos brillan en sabiduría viviente; ellos poseen suficiente conocimiento, como para producir mundos; nadie posee poder creador, sino ha cumplido con la divina ley que dice: te ganarás el pan, con el sudor de tu frente; está es la única divina filosofía, para entrar en el Reino de los Cielos; ninguna otra puede hacer, que mis hijos sean grandes en mi divina morada; todo bienestar de todo planeta, es una recompensa del mundo; ella dura un chispazo, frente a la eternidad; todo bienestar, en que no participan todos mis hijos por igual, ese bienestar, no es árbol plantado por el divino Padre Jehova; y de raíz es arrancado; así siempre ha sucedido, en los mundos que poseen, una vida, que sólo es una prueba; se acepta de todo, en las filosofías universales de pruebas, menos el abuso; menos la injusticia; que ciertos demonios, tratan de imponer a los demás; para el divino Padre Jehova, es un demonio, todo aquél espíritu, que cuando una filosofía, no lo toma en cuenta para nada; no consulta las divinas escrituras; las tales filosofías, no son árboles plantados por el divino Padre Jehova; y de raíz serán arrancados; significa que el llamado materialismo, desaparece de la faz de la Tierra; esto fue divinamente escrito: la Tierra pasará; más mis palabras no pasarán.-

rollo 147

Sí hijito; este divino dibujo explica que todo fue microscópico; esto significa: hay que ser chiquitito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; significa que siendo la chispita salida de las lumbreras solares invisible, era a la vez visible; pertenecía a otra vibración numérica; es decir que lo microscópico exsiste, cuando se le mira desde otra dimensión; lo microscópico es lo gigante; pues llegada la criatura a su futuro mundo, no nota que su morada es microscópica; es geometricamente a su propio desarrollo; y su desarrollo es a la vez, paralelo al nacimiento evolutivo de la época vivida; es decir que todo encuentro de todo espíritu con su propio planeta, fue un divino plan que salió de lo invisible a lo visible; es en un divino acuerdo de divinos querubínes; son gases pensantes; más microscópicos que los átomos; pues ningún instrumento de aumento terrestre, pueden verlos; todo espíritu los siente, pero jamás los ha visto; ellos se expresan en virtudes; ellos se vuelven vivientes, cuando todo espíritu retorna al lugar de donde salió momentáneamente; ellos acusan a todo espíritu, que no vivió, de acuerdo a los divinos Mandamientos; pues todo espíritu es un imán espíritual; es un microscópico fuego solar; que a la vez, atrae a otros microscópicos fuegos solares; la criatura humana fue divinamente advertida de esto; se le enseñó, que el Señor, está en todas partes; en infinitas formas; conocidas y desconocidas; está también, en todo espíritu; está, en toda virtud viviente; y escrito fue también, que todo espíritu es probado en la filosofía humana que escogió; los divinos querubínes que acompañan a todo espíritu, lo hacen en forma de virtudes vivientes; ellos también son probados; pero subordinados a su propio padre solar; es decir al espíritu; al que vé desde sus mismas microscópicas dimensiones, como un inmenso sol; el espíritu, no se vé brillar como sol; pero siente que por todo su cuerpo de carne, corre una corriente eléctrica; esta corriente eléctrica, representa un foco en microscópica expansión; que con la eternidad del tiempo, se volverá un inmenso sol de sabiduría; escrito está que hay que nacer de nuevo, en infinitos mundos, para ver el reino de Dios; es decir para llegar a ser un divino sol de sabiduría; para llegar a ser, uno de los grandes en el Reino de los Cielos; y aún así, sólo le comprende en microscópica parte; mientras más grande se es, más chiquito se es; sólo el Padre es grande en el Reino de los Cielos; en el dibujo celeste se ven tres naves plateadas; su divina misión es seleccionar los microscópicos mundos; llamados Semillas o Cimientes galácticas; o bién, chispitas solares; esta divina separación, dá lugar en el cosmos infinito, a un divino e inaudito tráfico de estas deslumbrantes naves; venidas desde todas las galaxias; tienen todas las formas de construcción y dimensión; las hay tantas, como la mente pueda imaginar; hay naves de tan colosal tamaño, que la Tierra no se vería dentro de ella; estas naves de porte inmenso, pertenecen a otros sistemas de vida; pues de todo hay en el rebaño del señor; ellas no pertenecen a mundos de carne; pertenecen a otros magnetismos más evolucionados; estas criaturas venidas desde otros puntos del espacio, fueron también seres de carne; en mundos terrenales que ya no están; fueron también chiquititos y humildes; ellos también pasaron por todo lo que pasa, la criatura terrestre; la grandeza galáctica del Reino de los Cielos, cuesta sudor y esfuerzo; es la ley universal; del progreso de criaturas y mundos; nadie jamás ha dejado de cumplir con la divina parábola que dice: te ganarás el pan, con el sudor de tu frente; esta ley, la más antigua que conoce la Tierra, no sólo fue mandato para la Tierra; de eternidades atrás, que naciera la Tierra en la vida material; esta divina ley, ya estaba en el conocimiento, de las criaturas que son tripulantes de las actuales naves plateadas; y se lo vienen transmitiendo, de eternidad en eternidad; es por eso que la criatura humana, los ha visto en todas las épocas; ellos están de paso por la Tierra; en viaje hacia otros sistemas galácticos; para los cuales, se necesita ser una criatura eterna; la vida humana no es suficiente para llegar al punto del espacio, donde se encuentra el macrocosmo; es decir lugar divino; lugar de los colosales mundos; el mismo lugar, indicado por el hijo primogénito; él dijo: de donde yo soy, ustedes no pueden ir; nada más dijo; calló por humildad; calló para no herir en lo espiritual, a la criatura humana; pues el sabía, que la duración de una vida humana, no era suficiente para llegar al lugar de donde él era; y comprendió que la sabiduría de la Tierra, no comprendía nada, de las leyes del espacio infinito; es por eso que se expresó en otra divina parábola; sino comprendéis las leyes terrenales, menos entenderéis las celestiales; y si lo dijo, fue para que sus palabras fueran estudiadas, por las generaciones futuras; lo dijo con infinita pena; pues vió, que hombres olvidados del amor que enseñan las Sagradas Escrituras, volarían a la luna; pues con este acto, se comprometieron en infinito grado con su propio Creador; todos los que hicieron realidad este viaje, sabían de la terrible injusticias y hambrunas, que padecía y aún padece la humanidad; nada se saca tener un gran conocimiento, si se ha violado la divina ley del amor; los tales, no serán resucitados el año 2001; sus cuerpos físicos seguirán el camino de sus propias ideas; que los conducen a la tumba; sí hijito; así es, y así será por siempre jamás; escrito está, que primero está el Señor; por sobre todas las cosas; y esta divina ley, debe expresarse en la vida material, no dejando sufrir a mis humildes hijos; en el dibujo celeste, se puede apreciar unos microscópicos puntos negros; de forma angular y circular; estos puntitos, vienen saliendo de la luz solar; tienen color negro; lo que indica un magnetismo, en toda su inocencia, pues son tan negrísimos, que dan un brillante color de leche; esta divina revelación, abismará al mundo del conocimiento; pues demuestra que la luz sale de las tinieblas; y las tinieblas espírituales, son producto de la luz en rebeldía, o soberbia; es por eso que toda criatura, tiene en su propia filosofía de prueba, una constante lucha; entre el bién y el mal; el orígen de todo esto, está en el respectivo sol creador; es el sol alfa y el sol omega; los que produciendo soles y planetas, se perfeccionan también ellos; esto demuestra que nadie es más grande en el Reino de los Cielos, sino el Padre; pues de él, también salieron los colosales soles; pues todo sol fue un espíritu; tal como lo es la criatura humana; los que son soles fueron espíritus; y los que son espíritus, serán soles; he aquí, el divino plan de la eternidad, de toda criatura en el universo expansivo pensante; para llegar a ser la criatura humana un sol de sabiduría, necesita aumentar su propia corriente eléctrica; que circula por su cuerpo; esto se logra naciendo de nuevo; no basta una exsistencia; sino que infinitas exsistencias; escrito fue: débil es la carne; es decir que la carne es anulada por su propia corriente eléctrica; en los lejanos mundos, sus seres brillan en proporción a sus evoluciones; los hay, de brillo total; brillo intermedio; y brillo mínimo; en todas sus intensidades y matices espírituales; la carne en estas criaturas, es proporcional a sus propios poderes mentales; la mente controla lo físico; haciendo de estas criaturas, divinas variaciones, que van de la carne a la electricidad viviente; todo esto es proporcional a la misma pureza emanada del espíritu; en estas evoluciones, las criaturas cumplen otras leyes; tan inauditas, que si el hombre las viera, diría que está soñando; o les llamaría, producto de la imaginación; es decir, fantasía; lo que no sabe la criatura humana, es que de eso que se ríe, es parte de su propia eternidad; pues, la herencia del divino Padre Jehova, es igual para todos; y su divina herencia no tiene límite; tarde ó temprano, la criatura humana será como ellos; pues lo de arriba salió de una misma causa, que lo de abajo; el divino dibujo muestra unos círculos concéntricos y continuados; de color negro; es el círculo Omega; representa los movimientos, que tuvo la chispita dentro del sol; es decir, que todo movimiento, tuvo su causa en el mismo sol; desde el divino instante, en que surgió la chispita en la corona del sol alfa, ésta traía ruído y movimiento; es así que todo planeta nace, se desarrolla y perece con todas las leyes salidas, del sol; estas divinas revelaciones, fueron anunciadas en microscópica parte, en las Sagradas Escrituras; así lo quiso el divino Padre Jehova, para enseñarle a la criatura que todo cuesta; que todo hay que investigarlo; que todo se gana con esfuerzo; que todo cumple la divina luz que dice: te ganarás el pan o todo conocimiento, con el sudor de frente; que nada; absolutamente nada, se gana con la riqueza; peor aún; la riqueza hace retroceder a todo espíritu en lo prometido en los lejanos soles; hace que el espíritu, viva ilusionado; viva de una filosofía que no es eterna; pues la riqueza es de los hombres; es una de las tantas pruebas, que el hombre, se aplica así mismo; sólo, que en la filosofía de la riqueza; el hombre olvida los Mandamientos; se pone egoísta y malo; pierde su simpleza y sinceridad como espíritu universal; quiere tenerlo todo; y que lo demás, no tengan nada; se pone insaciable; al extremo de engañar y hasta matar, a sus hermanos, por un puñado de oro; tan repugnante doctrina, no entra en el Reino de los Cielos; ella es la más imperfecta de las doctrinas; en el progreso espíritual; la doctrina de todo rico, es una doctrina que todo espíritu maldice; cuando llega el divino momento, de rendir divina cuenta a su propio Creador; esta filosofía mundana, no deja avanzar a ninguna virtud; toda virtud, es viviente en el Reino de los Cielos; ellas acusan a todo espíritu, de no hacerlos avanzar; las virtudes que acompañan a todo espíritu en la prueba de la vida, también se sienten ilusionados; el despertar en el Reino de los Cielos, hace que estas microscópicas criaturas, enloquezcan de odio y rencor, contra el espíritu, que fue inmoral en la vida; he aquí, la única causa divina y espíritual, que explica todos los sentimientos humanos; todos los contrastes, en el carácter humano; he aquí, la suprema psicología; la única; la divina; la única que puede otorgar eternidad, a todo espíritu; la única y sublime realidad; la Tierra pasará con todas sus filosofías de prueba; más, está sublime verdad no pasará jamás; ella es el Alfa y la Omega, de todo cuanto vive y piensa; de ella han salido todas las criaturas del divino Padre Jehova; nadie es más grande, que aquél, a quién le debe su propio ser; sin el cual, no sabría que exsiste; glorificad, a este hijo; que siendo humilde es grande ante vuestro divino Padre; tan grande, como para darle la divina telepatía; con cuyo divino conocimiento, unificará al mundo; creando el sueño mas inmenso; que han soñado millones de mis hijos humildes: el gobierno universal y patriarcal; gobernando el de más sabiduría; el más perfecto modelo, a que haya llegado criatura alguna, en la interpretación de mi divina palabra.-

 

ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-

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