Sí hijito; la desnutrición del propio cuerpo de carne, surgido en la prueba de la vida, nadie la pidió al Padre; cuando se pide al divino Padre Jehova, conocer nuevas vidas, nadie pide lo contrario a su propia perfección; porque todos los espíritus pensantes, sabían en el Reino de los Cielos, que la imperfección aleja de Dios; en la prueba de la vida humana, los que crearon el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, incluyeron la desnutrición; esto se debió al extraño complejo, de poseer más que otros; al quitarle a millones de hijos, una parte del sustento, hicieron surgir la desnutrición; lo que estos demonios usurparon, lo devolverán molécula por molécula; de todos los siglos, que duró su extraño reinado, que incluía hambre y miseria para otros; ninguno de los que se tomó tan extraño libertinaje, ninguno volverá a entrar al Reino de los Cielos; ni ninguno escapará al divino juicio universal; los nombres de tales demonios, se publicarán en todos los idiomas de la Tierra; ciertamente que el que más daño causó en la prueba de la vida, su nombre figurará en todos los periódicos del mundo; muchos de los hambreadores de la generación, se suicidarán; creyendo que con ello, se libran de la verguenza y el castigo; profundo error; si mil veces se suicidan, mil veces son resucitados por el Hijo Primogénito; como lo de arriba es igual a lo de abajo, en lejanos mundos, en donde otros espíritus, que pidieron conocer otras formas de vida, y que también violaron sus leyes, creen también que mediante el suicidio, escapan al juicio de Dios; los hambreadores que ya partieron de este mundo, serán resucitados de entre los muertos; esto que es imposible para los hombres, no lo es para el Creador de toda vida; los que en la prueba de la vida, dijeron en sus conversaciones y comentarios, que tal resurrección era imposible, por sus propios ojos, la verán; el espanto y el pavor se apoderarán de ellos; el terrible miedo de haberle negado el poder, al que todo lo puede; estas criaturas que nada quisieron saber del más allá, en la prueba de la vida, serán ridiculizadas y avergonzadas; ninguna de ellas será resucitada a carne eterna; ninguna volverá a ser de nuevo niño ó niña, en este planeta; la exigencia para merecer tal premio, era sencillamente creer; jamás exsistió algo tan sencillo, con tremendo premio; había que desprenderse en algo, del propio yo; había que tomar una actitud humilde, frente a lo que no se conocía en la prueba de la vida; pero que lo había anunciado el divino Padre Jehova, en su divino evangelio; los hambreadores y los negadores serán mostrados al mundo, en la television solar; conocida también, como el Libro de la Vida, en el Reino de los Cielos; allí se verán los mismos, que se engrandecieron a costillas del hambre de otros;
hasta la última molécula que ilegalmente se apropiaron, les será quitada; empezando por los llamados reyes, millonarios, magnates, comerciantes de todas las calañas; incluyendo a los comerciantes de la fé; a los que enseñaron la extraña adoración material, en la prueba de la vida; los hambreadores tendrán que mendigar en las calles del mundo; así pagarán en parte, lo que a otros hicieron; con la vara con que midieron a otros, serán ellos medidos; esto es justicia ojo por ojo, diente por diente; molécula por molécula; toda sensación que por culpa de ellos, otros sufrieron, ellos las vivirán en sus propias carnes; he aquí el llorar y crujir de dientes, de millones de hambreadores de todos los tiempos; he aquí que los que fueron los más poderosos en su respectiva época, y que todo lo tuvieron, envidiarán a los muertos; así la pagan los que haciendo uso de sus libres albedríos, pidieron al Creador, ser humildes por sobre todas las cosas; la vida humana tiene tanto derecho, como lo tiene el espíritu; la vida que se pidió como una prueba, se queja al Padre, en sus leyes de vida; tal como el espíritu se queja en sus leyes de espíritu; los que pidieron el divino juicio en la Tierra, lo pidieron por fuego; los más endurecidos del extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, serán quemados; porque pidieron al Padre, que la extraña influencia de las tinieblas, les fuera cortada de raíz; porque no se puede tener dos raíces; no se puede servir a dos señores; no se puede pertenecer a la luz, si se está sirviendo a las tinieblas; porque el espíritu que así procede, se divide entre mitad luz y mitad tinieblas; y su jerarquía al dividirse, disminuye en poder; y todo dividido ó disminuído, no vuelve a entrar al Reino de los Cielos; se pide vidas para ganar mayor poder de luz; a mayor conocimiento ganado, es más elevado el conocimiento que se tiene de Dios; cada mundo del universo, representa una de las infinitas caras de Dios; porque nada en Dios,
conoce límite alguno; y los que habiendo comprendido a Dios, en la respectiva morada planetaria, se aprontan para comprenderlo en otra; y después en otra; y así por siempre jamás; si se enseñó que Dios es infinito, se quiso decir que es en todo lo imaginable; en nada se detiene; quien no se tomó el trabajo de pensar, de como sería el poder infinito de Dios, en la prueba de la vida, nó entrará al Reino de los Cielos; porque en toda prueba hay deberes que cumplir; y el primero de entre todos los deberes, está el de comprender a su propio Creador; la comprensión es viviente delante de Dios; y la comprensión habla delante del Padre, en sus leyes de comprensión; y si un espíritu no tuvo comprensión para con el Creador, la comprensión lo acusa de haberla avergonzado, en su propia filosofía de comprensión; toda virtud así procede; el ser humano se siente expresado ante su Dios, por infinitas voces; que salen de las mismas sensaciones, que el espíritu dejó ó se dejó influenciar por ellas, durante la prueba de la vida; todo lo que se sintió en la vida humana, absolutamente todo, se expresa delante del divino Padre Jehova; poros, células, venas, moléculas, cabellos, excrementos, suspiros, respiraciones, ideas, intenciones, proyectos, fornicaciones, maldades que nunca supo el mundo; en la divina presencia del Padre, el todo sobre el todo, se vuelve escenas en colores; es el Libro de la Vida; es la television solar; el magnetismo que irradió cada uno en la prueba de la vida, queda impregnado en el magnetismo de los elementos de la naturaleza; todo cuanto se hizo en la prueba de la vida, flota en la atmósfera, en las mismas dimensiones, en que flotan y viajan las ideas mentales; estas microscópicas dimensiones, nadie las vé; sólo se dejan sentir; lo que se siente y no se vé, también es magnetismo; las psicologías también lo son; el todo sobre el todo, se contrae y se expande, como se contrae y se expande una onda magnética; los soles representan las ondas mayores; y los planetas-polvos, las ondas menores; toda onda mayor fué también menor; todo lo gigantesco, fué microbio; y todo microbio es gigantesco; porque sus respectivas ondas magnéticas, no cesarán jamás de expandirse; la fuerza conque se expanden y se multiplican los microbios, es la misma conque se expanden y se multiplican los universos; lo de arriba es igual a lo de abajo; lo gigantesco está unido a lo pequeño, por invisibles cordones solares; el todo sobre el todo, se interesa por todo lo que ocurre, hasta en los más microscópicos puntos del Universo Expansivo Pensante; porque toda violación a las leyes de la naturaleza, se paga igualmente; exsiste el reclamo de tal ó cual mundo, contra tal ó cual planeta, galáxia, cosmos, universos; en este planeta- polvo Tierra, sus criaturas se tomaron el extraño libertinaje, de envenenar a los elementos de la naturaleza; todos los científicos de este mundo, serán acusados en el divino juicio final, por el hijo de Dios; las quejas y las acusaciones de los otros mundos, los verá este mundo, en la television solar, ó Libro de la Vida Universal; ningún científico que participó en criminales experimentos atómicos, ninguno volverá a entrar al Reino de los Cielos; ni ninguno volverá a los mundos de la luz; porque atentaron contra las leyes, de un mundo de la luz; los acusadores de estos científicos, son las moléculas del universo; su número jamás podrá calcularlo el poder humano; los científicos atómicos están dentro de la ley de la maldición; y toda persona vinculada en la fabricación de armas atómicas; de ellos es el llorar y crujir de dientes; así como ellos no renunciaron, a tan extrañas prácticas de muerte, así para con ellos, no se tendrá lástima en otras exsistencias en otros mundos; con la misma vara conque ellos actuaron en la prueba de la vida, con la misma vara se actuará para con ellos; ningún espíritu humano que participó en la construcción de armas convencionales y atómicas en la prueba de la vida, ninguno recibirá la resurrección de su carne; ninguno recibirá la eternidad en este mundo; ninguno volverá a ser un niño con carne eterna; estas infelices criaturas, cumplirán con la ley mortal, propia del mundo de la prueba; el pavor más grande se apoderará de ellos, cuando vean con sus propios ojos, como otros ancianos, por ellos conocidos, vuelven a ser de nuevo niños; niños con carne no perecible; porque la pudrición no estará presente en ellos; así la pagarán los que se tomaron el extraño libertinaje, de atentar contra las leyes vivientes de Dios, en la prueba de la vida; los llamados científicos que cayeron en sus respectivas pruebas de vida, tendrán que pagar el tremendo genocidio, molécula por molécula, germen por germen, bacteria por bacteria, microbio por microbio; es tan inmenso su número, que se acabará la Tierra y los astros que la rodean, y estos demonios de la muerte de otros, estarán aún pagando sus crímenes, en lejanas tinieblas; por cada uno de los pequeñitos de la naturaleza, les corresponde vivir, una exsistencia fuera del Reino de los Cielos; hasta lo más microscópico de maldad, que la mente puede imaginar, se paga; tal como lo más microscópico de bién, se premia yendo el espíritu a un mundo mejor; se vá donde se merece; todo sale de sí mismo; todo bienestar que se disfrutó violando la ley, se devuelve molécula por molécula, instante por instante; si no ocurre en la exsistencia en que se vive, ocurre en otras exsistencias; porque todo espíritu nace de nuevo; y al volver a nacer en otros mundos, todo espíritu pide pagar parte de su deuda; y no hay quien no haya tenido una deuda, para con el Padre Jehova; pagada la deuda, es por la gracia del divino Padre, como que nunca exsistió tal deuda; cuando el divino Padre dijo al mundo: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, el contenido de este divino mandato, encerraba una experiencia sin igual; una experiencia tan antigua, como Dios mismo; una experiencia que fué más antigua, que todo mundo que hubo, hay y habrá; porque se es en todo instante de la eternidad, por lo que fue el propio sudor de cada uno; el te ganarás el pan con el sudor de tu frente, encerraba para este mundo de prueba, los futuros abusos de todos los siglos; el te ganarás el pan con el sudor de tu frente, incluía la honradez en ganárselo; los que crearon el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, excluyeron la honradez; no fueron igualitarios en el reparto; he aquí la caída de los creadores y sustentadores del llamado capitalismo; por culpa de ellos, este mundo conoció miseria y hambre; si no hubiesen exsistido los capitalistas, el mundo no habría conocido ni miseria ni hambre; este mundo no tendría ni necesidad de juicio; porque otra sería la moral en el planeta; por culpa de los llamados capitalistas, la moral de este mundo, es una extraña moral; una moral inmoral; una moral que se divide por lo inmoral; el extraño sistema de vida, legalizó la extraña moral, en casi todos los seres de este mundo; tan extraña influencia en el espíritu, que pidió ser probado, en una forma de vida, hace que ningún espíritu humano, influenciado, pueda volver a entrar al Reino de los Cielos; la obra de los capitalistas, constituye la más grande tragedia del espíritu humano; todas las generaciones que tuvieron la desgracia de encontrarse con este extraño árbol, ninguna a entrado de nuevo al Reino del Padre; ni ninguna entrará; los que no conocieron el capitalismo en la prueba de la vida, sí que vuelven a entrar al Reino de los Cielos; porque no conocieron la división ni en lo espiritual, ni en lo material; conocieron ley común; es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que vivieron la ley común en la prueba de la vida; a que puedan entrar, los que la vivieron, influenciados por un extraño y desconocido libertinaje; porque nadie pidió el libertinaje al Padre; desde el mismo instante en que se pidió al Padre, el divino evangelio, el libertinaje quedó excluído de la prueba de la vida; nadie pidió al Padre, servir a más de dos señores; el libertinaje no se conoce en el Reino de los Cielos; ni nada que dé la contra ni a lo más microscópico; he aquí la extraña moral que se dieron los que se dejaron influenciar por el oro; desvirtuaron a la verdadera moral, que ellos mismos pidieron en el Reino de los Cielos; la caída de todo rico, es la caída de todo contagiado por el oro; muchos al verse privado de él, extrañarán la extraña influencia y se suicidarán; la extraña ilusión del poder del oro, debilitó a todas sus virtudes, anulando a la verdadera moral; a la moral que habría resistido, a la extraña inclinación de suicidarse; más, si mil veces se suicidan, los culpables de la tragedia humana, mil veces vuelven a ser resucitados por el Hijo Primogénito; con los llamados ricos de este extraño mundo, se inicia en la Tierra, la era del llorar y crujir de dientes; los ricos quedarán en la más grande pobreza; hasta el alimento tendrán que mendigarlo por las calles del mundo; hasta la última molécula de lo que jamás les perteneció, les será quitada; por muchos esfuerzos y sacrificios que los llamados ricos, emplearon en el logro, de poseer más que otros, igualmente les será quitado; lo que cuenta al final de la recta, es lo que se prometió en el Reino de los Cielos; no cuenta lo que se creyó en la prueba de la vida; no cuenta las extrañas ilusiones, que todo espíritu encontró en el camino de la prueba; que culpe a los hombres libertinos, que lo influyeron con su extraño e inmoral sistema de vida; que más engrandeció al demonio del oro, que al Dios viviente; de verdad os digo, que todos los sistemas de vida, que pudo haber creado, el libre albedrío humano, el sistema de vida interesado, es el peor de todos; es el más mezquino de todos; a todos convierte en demonios de la ambición; el yugo de sentir, que lo que se posee, no debe tener descanso; ciertamente que tan extraño sentir en el espíritu, hace que la criatura se olvide de su propio Dios; todo rico no tiene Dios; es por eso que nada recibirán de Dios, en el divino Juicio Final; elemental era, el haber creído en su Dios, en la prueba de la vida; quien no creyó, en su Dios, nada recibe aunque sea el más grande benefactor de la humanidad; sin fé nada se logra; porque la fé es también viviente delante de Dios; y se expresa en sus leyes de fé, ante el divino Padre Jehova; la fé acusa a todo espíritu, que en la prueba de la vida, no la tomó en cuenta; y es más fácil que la virtud llamada fé, tenga toda la razón del infinito ante el Padre; a que la tenga el espíritu humano; por lo común, el más pequeño y microscópico, gana en juicios divinos; escrito fué: Todo pequeño es grande en poder, en el Reino de los Cielos; porque todo pequeño, ya fué grande y poderoso, en mundos que por su antiguidad, ya no están en el espacio; el pequeño fué humano, en tiempos tan antiquísimos, que hay que nacer de nuevo, tantas veces, como es el número de granos de arenas, que contienen los desiertos del planeta; para ir acercándose al lugar en que exsistieron tales mundos; toda virtud que siente todo espíritu pensante, es infinitamente más elevado que el propio espíritu; todo espíritu hizo divinas alianzas con su propio sentir; las alianzas se hacen en común acuerdo; cuando los espíritus del universo, deciden conocer nuevas formas de vida; todo lo imaginable se vive en vidas; la fantasía se vuelve realidad; porque nada es imposible para Dios; ¿no se os enseñó que vuestro Dios es infinito? no había que encerrarse en dudas, con respecto al infinito poder de Dios; si los razonamientos a las causas desconocidas, no estaban en la Tierra, estaban fuera de la Tierra; si una ley no se comprendió en el presente que se vivía, se comprenderá en otro presente; ¿no se os enseñó que vuestro espíritu vuelve a nacer de nuevo? vuelve a pedir nueva forma de vida; así será por siempre jamás; el número de exsistencias para el espíritu, no tiene límite, porque es hijo de un Dios, que no tiene límite; el ser eterno se hereda; y teniendo todos la eternidad como herencia, es que jamás nunca se debió dudar, de las futuras exsistencias; porque de lo recibido de Dios se dudó; y quien dudó de sí mismo en la prueba de la vida, no volverá a entrar al Reino de los Cielos; las pruebas son las pruebas; y toda prueba tiene juicio; tiene juez; la prueba de la vida, concluye con el divino juicio final; este divino juicio, debería ser en medio de una inaudita alegría; si no es así, es porque esta humanidad, violó la ley de Dios, en el desarrollo de la prueba de la vida; y las virtudes del pensar humano, estallan cuando reconocen en el rostro brillante, del hijo de Dios, a su propio Creador; la culpabilidad espiritual, se confunde con los sentimientos todos; el todo sobre el todo, individualiza el fin de la prueba viviente; hasta el último instante de la Revelación misma, seréis probados; segundo por segundo; tal como viene haciéndose desde el principio del mundo; principia con esta generación, la era del llorar y crujir de dientes; la era que se os venía anunciando desde muchos siglos atrás; y que muy pocos en este mundo, dieron importancia; porque fueron influenciados por la extraña fé religiosa; una forma de fé, que no está escrita en el Reino de los Cielos; ni está en el divino evangelio del Padre Jehova; porque nada que divida a los hijos del Padre, exsiste en el Reino; la división tanto en lo material, como en lo espiritual, es de satanás; satanás dividió a los ángeles del Padre, en tiempos remotísimos; los llamados religiosos, dividieron a los hombres en la prueba de la vida; imitaron a satanás; y todo el que imita a satanás, en los lejanos mundos, no vuelve a entrar al Reino de los Cielos; la imitación viviente, se queja al Padre, en sus leyes de imitación; y basta que se queje al divino Creador, cualesquiera de las virtudes y sensaciones, que acompañaron al espíritu en la prueba de la vida, y el espíritu causante de la queja, no entra al Reino de los Cielos; es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que no dividió y no se dividió, en la prueba de la vida; a que pueda entrar, uno que cayó ante tan extraña influencia; el aviso bíblico que dice: Sólo satanás divide y se divide así mismo, no fué considerado en la prueba de la vida; esta poca consideración, a un divino aviso a través de los siglos, cuesta llorar y crujir de dientes; cuesta la no entrada al Reino de los Cielos; si el llamado mundo cristiano, hubiera considerado este aviso celestial, el mundo de la prueba, no se habría dividido en religiones; muchos no se estarían matando, en la más grande inmoralidad, dentro de las creencias de fé del mundo; todos los que mataron en nombre de su Dios, condenados están; porque violaron el mismo Mandamiento, que dice: No matarás; a los tales, más les valdría, no haber pedido la prueba de la vida; porque no estarían en tela de juicio divino; la extraña creencia religiosa, a todos dividió; y no habrá cristiano que no tenga su llorar y crujir de dientes; porque ninguno que fué sostenedor de la roca religiosa, ninguno vuelve a entrar al Reino de los Cielos; es más fácil que entren al Reino del Padre, los que buscaron la luz, en la prueba de la vida, en forma individual; porque los tales a nadie dividieron; a que puedan entrar, los que habiendo pertenecido a colectividades, agrupaciones, asociaciones, religiones, sectas etc, dividieron; esto se debe a que lo más microscópico, es infinitamente juzjado por Dios; los que tienen compromiso por división a lo de Dios, tienen para sí un puntaje de tinieblas; este puntaje de tinieblas, se calcula sumando los segundos del tiempo, en que se perteneció a tan extrañas formas de fé; se dice extraña, porque su fruto, que es el puntaje mismo, se divide; y todo fruto al dividirse, se empequeñece y hasta se anula; quien empequeñece ó quien anula su propio esfuerzo, más se aleja del Reino de los Cielos; el puntaje de luz ganado en la prueba de la vida, acerca al espíritu al Reino de los Cielos; el puntaje de tinieblas, aleja al espíritu del reino de la luz; es por esto es que fué escrito: No se puede servir a dos señores; no se puede servir simultáneamente a la luz y a las tinieblas; porque el fruto que es el puntaje, se divide; este puntaje enseñado por la Revelación, también fue anunciado en el divino evangelio del Padre Jehova, como la añadidura del Padre; la añadidura salida del Padre, no tiene división alguna; al contrario; la divina añadidura del Padre Jehova, parte de la base, que los espíritus de la prueba de la vida, están viviendo un sistema de vida igualitario; tal como a él se lo prometieron en el Reino de los Cielos; el divino Padre parte del principio, de que los seres humanos, imitaron en grado infinito, lo enseñado en el divino evangelio; al grado tal, que hicieron del divino evangelio, su propio sistema de vida; porque de haber sido así, la humanidad que pidió ser probada, en una forma de vida planetaria, habría cumplido con la divina parábola que dice: Lo de Dios, por sobre todas las cosas; por sobre todo sistema de vida; como el mundo no lo hizo así, es que el mundo cayó en el llorar y crujir de dientes; porque en la divina determinación, los elementos de la naturaleza y las virtudes de cada espíritu, reciben órdenes de actuar, en una sola psicología; esto produce choque de psicologías mentales; el choque mismo produce los sentimientos; sentimientos que fueron influenciados, por extrañas psicologías, que nadie pidió y que son desconocidas en el Reino de los Cielos; la humanidad al haber escogido en la prueba de la vida, al extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, se desarmonizó con respecto a la armonía común e igualitaria, que ella pidió en el reino del Padre; en los hábitos y costumbres extrañas, está la tragedia de todo juicio; es por ello que fué enseñado, que toda verdad estaba dentro de sí mismo; no eran meras palabras; era un hecho físico; la humanidad lo comprobará con lágrimas en los ojos, cuando presencie la resurrección de toda carne, el año 2001; pues para que el todo sobre el todo, compuesto de elementos y virtudes actúe sobre los cuerpos humanos, el espíritu humano, debe estar saturado de la misma psicología, que prometió cumplir en el Reino de los Cielos; esta ley viviente, la saben los elementos y la saben también, las virtudes del espíritu; porque ellos en sus respectivas leyes, dan preferencia a lo de Dios; no dan preferencia a lo de los hombres; porque en el universo viviente de Dios, materia y espíritu, poseen libre albedrío en sus respectivas leyes; ni una molécula del divino proceso magnético de la resurrección de la carne, es indiferente a la transformación misma; cuerpos envejecidos, se volverán niños en un abrir y cerrar de ojos; lo instantáneo se expande y se detiene en un presente; cuando los incrédulos vean esto, se llenarán de pavor; porque ningún incrédulo recibe la carne eterna; la carne que no se pudre; todo incrédulo tendrá que podrirse tal como era la carne, del mundo de la prueba; por incrédulos, se quedan con la ley antigua; por incrédulos vuelven al polvo de los cementerios; la palabra bíblica que dice: Del polvo eres y al polvo volverás, significa que los incrédulos ya lo habían sido en otras exsistencias, en otros mundos; porque si todo espíritu nace de nuevo, todo espíritu muchas exsistencias a tenido y muchas tendrá; en otras exsistencias los actuales incrédulos, presenciaron otros juicios planetarios; porque si nadie es desheredado, toda exsistencia sea del mundo que sea, tiene su juicio del Reino de los Cielos; y todo actual incrédulo, pidió de nuevo probar vida, para vencer tan extraña influencia; que en nada engrandece a quien le dió la vida; todo incrédulo tendrá su llorar y crujir de dientes; y serán maldecidos por los que contagiaron en la prueba de la vida; por los imitadores; porque los imitadores de otros, que no creyeron en el infinito poder de Dios, tampoco serán resucitados; el mundo presenciará en medio del llorar y crujir de dientes, millones de escenas desgarradoras; porque la muerte por pudrición causa espanto a toda criatura; la era del llorar y crujir de dientes, principia cuando la Doctrina del Cordero de Dios, se extiende por todo el mundo; será leída en todos los idiomas de la Tierra; porque lo de Dios, lo abarca todo; lo de Dios es universal; en juicios divinos, no exsisten los indiferentes; tal como ocurría con lo de los hombres, en la prueba de la vida; la bestia y la roca religiosa, se culparán mutuamente; los dos más grandes ciegos, de la evolución humana; de los que jamás se dieron cuenta, que de ellos mismos, salió todo concepto del mal; el demonio de ellos se valió, para dividir lo que jamás debió de haber sido dividido; fueron actores de su propio drama; un extraño drama, que se repite, se repitió y se repetirá, en lejanas moradas planetarias; muchos de los actores del drama de la Tierra, estarán de nuevo, en aquéllos lejanos dramas planetarios; porque lo de arriba es igual a lo de abajo; el presente que se vive, ocurre también en otros planetas; y es tan infinita la creación del Padre, que cada acto individual, se repite en la más microscópica unidad de tiempo; y sucede en infinitos planetas, que jamás podrán ser contados; porque lo de Dios, no tiene ni principio ni fin; todo incrédulo constituye un drama que vá de exsistencia en exsistencia; la negación es una extraña sensación de las tinieblas; los espíritus que pidieron probar vidas que no conocen, piden la incredulidad, para vencerla en la prueba de la vida misma; en toda prueba exsiste algo que vencer; por algo es prueba; y la vida humana es una prueba, pedida por los espíritus pensantes; quien no consideró a su propia vida, como una prueba, cayó ante la prueba misma; porque no quiso reconocer el divino mandato que así se lo venía enseñando, a través de los siglos; muy pocos así lo consideraron; esos pocos vincularon el divino juicio final, con sus propias experiencias de la vida misma; ningún indiferente de la prueba de la vida, volverá a entrar al Reino de los Cielos; ni ninguno a entrado; los indiferentes de todos los mundos del universo, son desconocidos en el reino; en este mundo de prueba, los indiferentes tendrán su llorar y crujir de dientes; porque con lo que fueron indiferentes, con lo mismo serán juzjados; los indiferentes tendrán que calcular los segundos que contenía el tiempo de sus vidas; por cada segundo de indiferencia, en la prueba de la vida, les corresponde un punto de tinieblas; y por cada punto de tinieblas, tendrán que volver a vivir, una exsistencia fuera del Reino de los Cielos; la extraña indiferencia de los seres, en la prueba de la vida, hizo más dolorosa aún, la vida en un extraño sistema, que incluía la desigualdad; es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que venció a la extraña indiferencia en la prueba de la vida; a que pueda entrar, uno que no opuso resistencia mental, a tan extraña influencia; las tinieblas había que combatirlas, oponiendo resistencia mental, a las mismas, en la prueba de la vida; la resistencia mental es viviente delante de Dios; tal como lo es toda la creación; y la resistencia mental, habla y se expresa, delante de su Creador, en sus respectivas leyes de resistencia mental; el mundo de la prueba, que debió de haber cultivado esta facultad mental, muy poco ó casi nada hizo; porque toda iniciativa mental, fué desvirtuada por la extraña ilusión, que el mismo oro dió a la vida; la mente humana, conoció sensaciones que jamás debió de haber conocido; porque la causa de tales extrañas sensaciones, no consideró la divina psicología, de los divinos Mandamientos del Creador; los que crearon el extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, dejaron que otros expresaran la fé; de ellos nada salió; y no obstante se adueñaron de la mayor parte de la materialidad del mundo; quien niega a Dios, nada merece; porque hasta la vida le será quitada; no se quedarán con nada; los sufridos, humillados y explotados, se quedarán con todo; principiando por la vida eterna; los que se tomaron el extraño libertinaje, de pedir vida a Dios, y después negarlo en el lejano planeta, no tendrán más oportunidad, de pedir de nuevo, otra forma de vida, hasta haber pagado, hasta la última molécula, de todos los cuerpos de carne, de todas las generaciones, que tuvieron la desdicha de caer bajo su extraña influencia.-
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