En los lugares de construcción de los platillos voladores, reinan los padres solares; tal como en la Tierra reinan los padres humanos; la diferencia entre lo que es la Tierra y lo que son los lugares de construcción de los platillos voladores, es infinita; la Tierra tiene otra constitución física; y sus criaturas humanas igual; en los lugares de construcción de los platillos voladores se vive la eternidad; en la Tierra no se vive la eternidad, porque la humanidad como igualmente los elementos que la componen, viven la prueba de la vida; y toda prueba planetaria tiene sus características pedidas a Dios; cada planeta es un espíritu delante de Dios; nada es imposible para Dios; el Eterno hace y dirige infinitas alianzas con sus leyes vivientes; la materia adquiere vida en la divina presencia de Dios; cada molécula de planeta conversa con el Eterno, en sus leyes de moléculas; tal como conversan sus espíritus; la divina causa de Dios, dá entendimiento a todos; a materia y espíritu; en los lugares de construcción de los platillos voladores, la materia ó elementos, conversan con las criaturas; allí rige la ley del divino querubín; ellos están en relación directa con la creación del universo; son hacedores de mundos y de soles en la jerarquía correspondiente; ellos participan de los divinos planes del Padre Jehova; porque han llegado a la causa misma de la eternidad; la criatura humana pidió prueba de sensaciones, incluyendo la sensación de la eternidad; en estos lugares de construcción de platillos, todos están pendientes de lo que ocurre en lejanos mundos; sus propios quehaceres diarios, están relacionados con el infinito; ellos no están apegados a la Tierra, como sucede con la criatura humana; ni se encierran en un efímero presente; ellos salen de sus planetas y visitan a otros; en tales visitas emplean tiempos eternos; porque ellos no mueren; es así que ellos presencian el nacimiento, desarrollo y agonía de los mundos; ellos ven el desaparecimiento de infinitas galaxias… y aún siguen viviendo; el conocimiento que ellos adquieren, lo aprenden de los infinitos mundos y soles que visitan; son genios por excelencia; muchos de ellos reencarnarán en la Tierra, como espíritus humanos; ellos serán los niños-genios del nuevo reino; los actuales seres humanos ya habrán partido del planeta; porque ningún ideal de las criaturas, del mundo de la prueba, ninguno queda reinando en la Tierra; porque sólo fueron probados por un instante por Dios; ese instante se llamó la vida; porque el tiempo de desarrollo de un planeta, representa poco menos que un suspiro para Dios; es así que el Eterno pone fín, a los que pensando de cierta manera, dividieron ó contribuyeron a la división del mundo; y coloca a nuevos espíritus, que en su propio pensar, defienden a lo igualitario; defienden a lo pedido y prometido en el Reino de los Cielos; es así que con el correr del tiempo, desaparece el extraño y desconcertante mundo de las extrañas leyes del oro; un extraño mundo que sirvió al bién y al mal; un mundo que disfrutando de los siglos, jamás se puso de acuerdo y nunca se unificó; un mundo que se durmió en la importancia de sus derechos; un mundo que teniendo oportunidad, no la supo aprovechar; un mundo que fué sorprendido por el divino juicio de Dios, en su extraña obra de división; un mundo que habiendo pedido a Dios, la igualdad, no la cumplió en la prueba de la vida; es el ocaso de un extraño mundo; cuyo recuerdo se perderá en los futuros millones de siglos, que están por consumirse; un extraño mundo que cumplió la divina ley del dar y quitar del Eterno; un mundo que no supo ganarse la eternidad de su propia carne; un mundo que desvirtuó instante por instante, su propio tiempo evolutivo; un mundo que pudiendo haber sido algo superior a lo humano, seguirá siendo humano; un extraño mundo que pidiendo a Dios, una forma de vida para ganar mérito y lograr entrar al Reino de los Cielos, cayó en su obra; porque los que se proclamaron en ser sus guías, fueron los más ciegos e ignorantes, del divino evangelio de Dios; un extraño mundo que hizo de su obra, un llorar y crujir de dientes; un mundo que habiendo aceptado la división de su propio planeta en naciones, seguirán sus criaturas destinos que les dividan en otras exsistencias en otros mundos; un mundo que causa asombro en el conocimiento de otros mundos; pues en los lugares de construcción de los platillos voladores, se comenta la caída de un extraño y desconocido planeta Tierra, que en su prueba de vida, sirvió a dos ó más señores; sirvió al señor del bién y al señor del mal; no logró servir solamente al Señor del bién; un mundo que fué astutamente ilusionado por un grupo de ambiciosos y egoístas; un mundo que cayó bajo la extraña influencia de la bestia; a la que no supo vencer; un mundo que no logró la disciplina necesaria para vencer a los que le dividían; los que dividieron para poder gobernar, serán vencidos por el hijo de Dios; porque no exsiste fuerza humana, que los obligue a ser humildes; la división mental de la bestia, marcha tomada de la mano, con el libertinaje; y más se acentuó la extraña división; el extraño libertinaje legalizó la división del mundo; los libertinos hicieron que fuera imposible, que el género humano se unificara; es así que los mares humanos, no les perdonarán ni una molécula, a los libertinos del mundo, en el Juicio Final; la paga de todo libertino que contribuyó al drama humano, es por segundo y por molécula; correspondiéndoles un destino en que no hallarán la felicidad, que brinda la igualdad y la unidad; ningún libertino del mundo, ninguno volverá a entrar al Reino de los Cielos; es más fácil que entre al reino, uno que fué moderado y disciplinado; desde los lugares de construcción de los platillos voladores, observan a los libertinos del mundo, a través de las televisiones solares; en estas maravillosas televisiones ellos ven los casinos y cabarets, que frecuentan los libertinos; iguales escenas se verán en la television solar de la Tierra; cuando el hijo de Dios la cree mandando a los elementos de la Tierra; el espanto de los libertinos será inmenso; muchos por verguenza se suicidarán; más, volverán a ser resucitados por el hijo de Dios; porque si mil veces su suicidan, mil veces son resucitados para que cumplan con el divino juicio, que ellos mismos pidieron a Dios; desde los lejanos planetas al observarlos, ellos ven que a muchos de los libertinos, ellos los reencarnarán; pues estas criaturas celestiales, leen el futuro a infinitas criaturas, de otros tantos infinitos planetas; ya lo habían hecho en otras oportunidades; cuando esto suceda, los libertinos recordarán todo su pasado; y estas criaturas, les mostrarán sus pasadas exsistencias, en sus televisiones solares; en estos remotísimos lugares se efectúan infinitos encuentros de criaturas provenientes de remotísimas galaxias; de conocidas y desconocidas galaxias; porque en estos planetas lejanos, los encuentros con criaturas desconocidas no tiene fín; y corresponde a otras infinitas creaciones ocurridas en el universo; corresponde a otros puntos de partidas de criaturas de Dios; porque las divinas órdenes de crear en Dios, son infinitas; nadie es único en lo que es; sólo Dios es único; el hombre no es más que una de las infinitas creaciones de Dios; si la humanidad fuese la única forma de vida, el sólo hecho de serlo, le pone límite a Dios; por lo tanto nadie es único; los que se proclaman únicos, tendrán un divino juicio, por ponerle límite a Dios; en esta ley están los que de boca, pronunciaron la frase: rey de la creación; porque cayeron en falsedad delante de Dios; para ser rey de la creación, había que tener el poder, de crear los elementos; ni los padres solares, que poseen el divino verbo de dar y quitar la vida, nunca se han proclamado reyes de la creación; y no lo hacen porque son humildes; y siendo humildes, eternizan su gloria solar; en los lugares ó focos de vida del universo, sus criaturas tienen que cumplir con leyes, que pidieron a Dios en el Reino de los Cielos; cada planeta posee sus propias leyes evolutivas; son las alianzas de elementos planetarios y de criaturas; cada criatura al formarse su propio cielo, de acuerdo con lo que generó en ideas, se formó su futuro planeta; se formó su propio y futuro lugar de orígen; en todo instante de la eternidad, es la propia criatura la que se crea su propio futuro; es la constante sostenida de sí mismo; es la voluntad de llegar a ser, por sostenimiento mental propio; todos los planetas del universo, cumplen, cumplieron ó cumplirán esta ley; el sostenimiento mental propio, produce el propio mérito de ganarse su propia eternidad; y está subordinado a la clase ó jerarquía del libre albedrío que se pidió a Dios; el libre albedrío pide vencer dificultades que no conoce; pide pruebas para lograr perfección; en este logro exsisten infinitas cualidades y calidades en vencer la dificultad; a mayor dificultad que vencer, mayor es el premio; es por esto es que la humanidad pidió a Dios, el olvido del pasado; como una de sus mayores pruebas ó sensación a sobreponerse; porque la recompensa era también mayor; los espíritus pensantes eligen sus sensaciones que les gustaría conocer en los lejanos planetas; nadie está sometido ó limitado a nada; porque Dios es infinito; lo único que se respeta es la evolución ó perfección alcanzada; y esto se debe al respeto que exige el mérito viviente en cada uno; porque cada virtud exige al espíritu, sus derechos que por derecho divino le corresponde; iguales derechos exige el espíritu; creándose en la criatura reencarnada, el derecho recíproco ó mutuo entre materia y espíritu; en los lejanos lugares de construcción de los platillos voladores, sus criaturas han llegado al perfeccionamiento de tener correspondencia mental, entre sus espíritus y la clase de envoltura ó de carne que pidieron a Dios; y según sea la perfección alcanzada, ellos se hacen invisibles ó se transforman en elementos; visitan en todo instante microscópicas dimensiones en un ir y venir entre mundos grandes y pequeños; ellos por eternidades se ausentan de su propio presente; y cuando retornan a él, nadie a envejecido; todos están iguales; sucede que tales criaturas, en sus pedidos de leyes desconocidas a Dios, piden una envoltura no perecible; ni piden la pudrición de sí mismo, como la pidió el ser humano; si ellos son más perfectos en lo que son, se debe a que ellos se lo ganaron; tal como la criatura humana se ganó su propia inteligencia que posee; y que por un instante le hace superior a los espíritus llamados animales; divino Padre Jehova, ¿por qué por un instante? te he dicho hijo por un instante, porque la vida humana y el tiempo total de un planeta, son sólo un instante para Dios; y porque al final de este instante, la criatura humana tiene que enfrentar un divino Juicio, que ella misma pidió a Dios; y el veredicto de este divino juicio, le demostrará que los llamados animales, poseen una más infinita sabiduría; ellos como espíritus, pidieron sólo un instante, ser animales; no olvides hijo de que todo espíritu, vuelve a nacer como criatura, infinitas veces; los animales poseen un historial, que asombrará y avergonzará a los llamados humanos; este pasado de los animales, lo verá el mundo de la prueba, en la television solar; es por esto es que fué escrito, que toda criatura sería avergonzada en el divino juicio de Dios; los animales contenían una sabiduría no expresada; porque ellos mismos pidieron a Dios, no expresarse en lenguaje perfecto, porque desearon conocer tal sensación; su prueba como animal, consiste en sentir y no saber expresarse; la criatura humana a experimentado en otras exsistencias, lo mismo que experimentan los animales; esto se llama en el Reino de los Cielos, libre albedrío de sensaciones pedidas a Dios; y de verdad te digo hijo, ¡¡pobre de aquéllos, que se burlaron de las pruebas de los animales!! porque de Dios se burlaron; a todos se les enseñó de que Dios estaba en todas partes; estoy también hijo, en todo animal; porque los he creado como he creado todo lo que exsiste; y porque a la criatura humana se le enseñó: No hagas a otro lo que a tí no te gustaría que te hiciesen; todos fueron advertidos de que nadie debería burlarse; y como fueron avisados, la caída ó violación a esta ley, cuesta mucho más, que si no hubiesen sido advertidos; esta ley de que la deuda con aviso cuesta más, se aplica a todos los avisos ó divinas advertencias, que contiene el divino evangelio de Dios; hasta el aviso reclama sus derechos, delante de Dios; en los lejanos mundos que poseen ciencias como para construír platillos voladores, se construyen por supuesto, otras infinitas maravillas; son paraísos creadores de cosas eternas; ellos poseen el poder de transformación instantáneo; son creadores de planetas en microscópico grado con respecto a Dios; y superiores con respecto a otras criaturas del universo; entre ellas a los humanos; en estos remotísimos planetas, se poseen infinitas cartas ó planos geográficos del cosmos y en todo instante se agigantan tales cartas geográficas; porque en todo instante se descubren nuevos y desconocidos planetas, en nuevas y desconocidas galaxias; es la eterna y fascinante búsqueda de planetas desconocidos; y como nadie es único en el universo, sucede que la ley de lo desconocido, se aplica a todos sin excepción; es decir que mientras un planeta estudia a uno nuevo, a él también se le estudia y se le trata como a un desconocido; nadie escapa a esta ley en el infinito universo; es así que la Tierra es tratada en todo instante como un planeta desconocido; que pasado el instante, engrosa la lista de los planetas conocidos; el universo está constituído en galaxias y sistemas que no tienen fín; en esta ley hay que distinguir los nombres ó zonas que salen de las criaturas, de los propios planetas; y los nombres salidos del Reino de los Cielos; los primeros son efímeros y terminan por desaparecer; es el caso de la Tierra; que a la zona circundante lo llamó Sistema Solar; así se llamará hasta el fín de la prueba de la vida; porque nada de lo creado en este período de la Tierra, absolutamente nada quedará; es lo que significaba la divina parábola del Padre Jehova: La Tierra pasará, más mis palabras no pasarán; mis divinas palabras vuelven a expresarse en esta Revelación; porque así como los hijos poseen libre albedrío, así también lo posee el Padre; todo lo que instante por instante, a sucedido en la Tierra, todo queda en el áurea del planeta; porque no es solamente la criatura la que posee áurea; la materia también posee áurea; porque escrito fué que todos son iguales en derechos delante de Dios; ese todo incluye a materia y espíritu; la materia posee áurea en sus leyes de materia; y el espíritu en sus leyes de espíritu; el áurea de la Tierra, será transformada por el hijo de Dios, en la television solar; llamada en el divino evangelio del Padre, como el Libro de la Vida; porque todas las escenas de la vida, desde el principio del mundo, quedan impregnadas en el áurea del planeta; es debido a esta ley, a que ninguna criatura de la naturaleza escapa a su juicio; es más fácil que escape, uno que no es de este mundo; desde lejanos mundos, estudian y analizan las áureas de los planetas; sucede que en tales mundos, conocen toda la historia de determinado planeta, sin que jamás hayan conversado, con ninguna de sus criaturas; ciertamente que los mundos se observan desde los principios de los tiempos; la criatura también observa a otros mundos, a través de su ciencia lograda; cada planeta del universo, observa a los otros, según la evolución alcanzada por sus criaturas; cuando en determinado planeta, sus criaturas observan a través del áurea, tales criaturas han llegado a un notable grado de perfección; han logrado penetrar en las dimensiones microscópicas de la materia; han logrado transportarse en lo molecular de sus propios presentes; el mundo de la prueba nunca logrará profundizar en el áurea de su planeta, porque la sensibilidad humana, fué saturada de excesiva materialidad; generación por generación, las criaturas humanas se fueron transmitiendo, de padre a hijo, un extraño magnetismo con dominio de posesión; esto alejó al ser de la búsqueda en lo diminuto de sí mismo; la criatura humana sólo se impresionó por lo que impresionaba, la dimensión de sus ojos; este extraño fenómeno del que nadie pudo escapar, durante la prueba de la vida, se debió a la desvirtuación espíritual, que poseían en sus individualidades, los creadores del extraño sistema de vida, surgido de las extrañas leyes del oro; ellos son los culpables de que el mundo de la prueba, no entre al Reino de los Cielos; ellos son los artífices del llorar y crujir de dientes; ellos no poseían la más elevada moral, como para dar a un mundo, un sistema de vida; el drama de un planeta de pruebas, lo creó un grupo de libertinos que no tenían Dios; puesto que no tomaron en cuenta a Dios, en sus extrañas leyes capitalistas; la manera de ser del humano, es extraño producto, de criaturas que teniendo magnetismo de las tinieblas, se tomaron el extraño libertinaje de crear un sistema de vida; sistema que al no tomar en cuenta a Dios, quedó desheredado del Reino de los Cielos; y con ello, a los que lo siguieron; el mundo de la prueba, no debió de aceptar jamás, un sistema de vida injusto; porque la injusticia no se conoce en el Reino de los Cielos; y es más fácil que entren al Reino de Dios, los que pensaron en su sistema de vida, lo hicieron pensando en el Reino de los Cielos; a que puedan entrar, los que pensaron olvidándose del reino; si lo del reino de Dios es lo más perfecto que exsiste, tal perfección debió ser tomada en cuenta, en los propios sistemas de vidas planetarios; si la criatura humana pidió y prometió a Dios, servirle por sobre todas las cosas, debió de incluírle en su propio sistema de vida; porque estando Dios en todas partes y en todo lo imaginable, está también, hasta en lo más microscópico, de los actos y costumbres, de un sistema de vida; la mayor parte de la humanidad no vinculó al reino de Dios, con su propio sistema de vida, porque fué influenciada por las extrañas creencias, salidas de las extrañas religiones; que al aceptar en sus creencias a la extraña división de las mismas, se desheredaron del Reino de los Cielos; porque nada que divida a otros, exsiste en el reino de Dios; al mundo de la prueba se le enseñó que satanás que había dividido a los ángeles de Dios, fué echado fuera del Reino de los Cielos; ciertamente que toda enseñanza religiosa, divide cada acto realizado en la prueba de la vida; si la psicología religiosa hubiese creado una sola creencia en Dios, ésta no tendría un divino juicio, por dividir a los demás, exsistiendo un sólo Dios nomás; la prueba de la vida para todo el que escogió el sacerdocio, consistía en no dividir a nadie; al Eterno nunca le agradó que sus hijos de los planetas, se dividieran al tratar de comprenderlo a Él; un buen padre siempre desea la unificación amorosa de sus hijos; los llamados religiosos nunca cayeron en la cuenta en esto; y hasta se olvidaron de que ellos también, fueron y son probados por Dios; porque todo espíritu es probado en la obra que realizó en la prueba de la vida; los que en su manera de pensar a nadie dividieron, no tienen juicio por división de otros; los que sí dividieron, sí que lo tienen; es por esto que es más fácil, que un obrero que en su filosofía de trabajo, a nadie dividió, entre al Reino de los Cielos; a que pueda entrar un llamado religioso, que a muchos dividió; en los lejanos planetas del cosmos, la controversia mental no exsiste; porque la han superado en lucha amorosa y filosófica; a ellos les costó lograr tan maravillosa perfección, muchas exsistencias y mucho ir y venir entre planetas; cuando la criatura está aún en su etapa de imperfección, surge el fenómeno de la controversia mental; en esta etapa primitiva se encuentra aún la Tierra; tiene que despojarse aún de muchas imperfecciones; la controversia mental del hombre, fué impulsada en gran medida, por su propio sistema de vida injusto; porque apenas nacen y principian a desarrollarse sus criaturas, les nace una extraña psicología que las mantiene siempre a la defensiva y desconfiando de los demás; es la extraña herencia del propio sistema de vida injusto, heredado de sus padres, a través de la sangre; es el extraño sello de la bestia; en los lejanos lugares de construcción de los platillos voladores, se estudian sistemas de vidas extraños; siendo la Tierra uno de ellos; cuando sus criaturas ven un sistema de vida, que en sus leyes excluyó a Dios, ellos le llaman extraño y desconocido sistema de vida, sin herencia en el Reino de los Cielos; pues un sistema de vida así, no está registrado ó no está escrito en el Reino de los Cielos; nada injusto es del reino; el llorar y crujir de dientes que el divino juicio provocará en el mundo, ellos le llaman drama de un planeta; y saben de él, todos sus menores detalles; saben del destino de la Tierra; los sucesos ocurridos en la Tierra, instante por instante y siglo por siglo, son conocidos en infinitos planetas; como igualmente exsisten infinitos planetas, que ignoran la exsistencia de la Tierra; exsiste en la ciencia de estos mundos, un registro de planetas; que con el correr de la eternidad, se agiganta sin cesar en sus proporciones; exsiste en los mundos del cosmos, una amorosa competencia de quien descubre un mayor número de planetas desconocidos; la competencia no cesa jamás porque la creación de Dios no tiene límites; cuando la Tierra viva el nuevo reino, y los actuales seres ya no exsistan, la Tierra será visitada por incontables criaturas, provenientes de infinitos planetas; a esta época se le llamará la Era de los Cielos Abiertos; tal como exsistía al principio del mundo, en el aterrador tiempo que duró el paraíso de Adán y Eva; la Era del paraíso ya desaparecido, abarcó un período que equivalía a mil veces mil, el tiempo total de todas las eras ó épocas, que conoció el hombre; en los paraísos exsiste un tiempo que a nadie envejece; es la alianza entre el tiempo y el todo sobre el todo, para constituír la eternidad; porque para conocer y vivir la eternidad en los lejanos planetas-paraísos, la eternidad misma se pide a Dios; tal como la humanidad pidió la mortalidad, porque la desconocía; más adelante hijo te dictaré los acontecimientos ocurridos en el paraíso terrenal; lo que sabe el mundo de la prueba de él, es microscópico; porque el mundo de la prueba, pidió ser probado, no sabiéndolo todo; el no saberlo todo, es una sensación desconocida en el espíritu; y pide conocerla; esto encierra el contenido de la parábola que dice: Todo espíritu es probado en la vida; porque pidió a Dios, no saberlo todo, porque ninguna jerarquía del universo, es capaz de saberlo todo; sólo Dios lo sabe todo; esta es la razón universal, por la que nadie pide a Dios, el saberlo todo; la sabiduría se va ganando por mérito en las exsistencias; porque una exsistencia por lo efímera y por lo microscópica, no es suficiente para saberlo todo; en la prueba de la vida de la Tierra, muchos limitados en el saber, sostuvieron que lo que sabía una vida, era todo y que no había más; los tales no entrarán al Reino de los Cielos; porque ni ellos ni nadie pidieron a Dios, empequeñecerlo; los que sostuvieron que sólo la vida humana lo constituía todo, se quedarán con lo efímero de esta forma de vida; porque si el divino juicio de Dios, es por sensaciones, el empequeñecerlo es una de ellas; y los que se alimentaron con la sensación de lo pequeño, con respecto a Dios, reciben también premio pequeño; según el concepto de la divina grandeza, que cada cual se formó en la prueba de la vida, con respecto a Dios, así es también lo que recibe de parte de Dios; por lo tanto los que lo empequeñecieron, nada ganaron con ello; y es más fácil que el Eterno se deje ver, a uno que le reconoció su divina gloria; a que pueda dejarse ver, a uno que lo empequeñeció ó que lo negó; advertidos fueron los seres humanos, de que Jehova Dios era muy celoso; millones de seres humanos se quedarán sin volver a ser un niño ó niña, porque empequeñecieron a su Creador; a Dios se le engrandece por el trabajo y por la ilustración en comprenderle; quien le buscó más a través del mérito, recibe más; quien le buscó con poco interés en su ilustración, recibe también poco; quien no se interesó en nada, nada recibe; muchos dijeron en sus limitadas creencias, de que Dios es buenísimo; ciertamente que Dios es buenísimo para el que lo merece; no para el que no tiene mérito; y en esto están los que sólo tuvieron una fé intuitiva; más no ilustrada; porque fué una fé cómoda sin esfuerzo mental por comprender a Dios, por parte del interesado; la extraña fé intuitiva no incluye a la ilustración; la ilustración fué pedida por todos, para comprender mejor a Dios, en la prueba de la vida; sin ilustración, nadie entra al Reino de los Cielos; porque sin esfuerzo salido de sí mismo, no exsiste mérito para entrar al Reino; la extraña fé sin ilustración, fué lo más característico del llamado mundo cristiano; extraño mundo que cayó en la hipocrecía, por culpa de la extraña influencia que ejerció su propio sistema de vida, basado en las extrañas leyes del oro; si los llamados cristianos no hubiesen conocido el sistema de vida egoísta e interesado que les tocó conocer, ellos no habrían caído en la hipocrecía; fueron ciegos para con su propia superación; para haber cumplido con lo de Dios, había que tener un sistema de vida, con mayor elevada moral, que la que el cristiano encontró en su sistema de vida interesado; el común de la gente se adormeció en una extraña y desconocida moral; se fué acostumbrando a una moral ilegal, puesto que la moral del oro, no la había pedido a Dios; nada injusto le fué pedido al Eterno; el cristianismo tal como lo eligió el libre albedrío humano, será llamado extraño por el hijo de Dios; porque incluía una extraña moral, que siendo desconocida en el reino del Padre, nadie se la pidió; lo más elevado que la mente humana pueda imaginar, debió de salir de la criatura humana misma; en esto consistía la prueba de la vida humana; el mundo de la prueba aceptó lo primero que se le presentó; tal mundo no fué exigente para que el sistema de vida, cumpliera la moral de Dios; nadie defendió lo de Dios, en su propia manera de vivir; los escándalos y las inmoralidades propias del sistema, fueron miradas y tratadas como cosa normal; y no debió haber sucedido tal cosa en la prueba de la vida; la prueba de la vida consistía en que ello no ocurriera; este extraño dormir de la criatura para con lo que debió de haber sido, la más grande y elevada moral que la mente humana pueda imaginar, se paga en el divino juicio de Dios, segundo por segundo; y por este extraño dormir que nadie lo pidió, ninguno entra al Reino de los Cielos; porque al reino de Dios se entra con la misma inocencia conque se salió; jamás la felicidad del Reino de los Cielos, a sido perturbada por inmoralidad alguna; de la moral depende la felicidad eterna; el mundo de la prueba tuvo su oportunidad, de poder volver a entrar al Reino de los Cielos; para eso pidió la humanidad la prueba de la vida; era la meta suprema; los que cayeron en esta prueba planetaria, pedirán más adelante, otra oportunidad a Dios; tal como lo venían haciendo desde infinitos siglos atrás; porque cada nacer de nuevo en los planetas, son exsistencias con oportunidad; así como todos han tenido muchas exsistencias desde cuando fueron microbios, así también han sido las caídas y los triunfos, a lo largo de una sucesión infinita de exsistencias; esta divina verdad está contenida en el divino mandato que fué dicho: Te ganarás, el pan con el sudor de tu frente; porque el Eterno se refería al pasado, presente y futuro de la criatura humana; se refería no sólo a la prueba de la vida misma, estando en un presente dado; se refería a infinitos presentes, que cada uno ya había vivido y de los que habría de vivir; el Eterno se refería al historial mismo de cada uno; en la divina parábola del te ganarás el pan con el sudor de tu frente, está del como se debería ganar la entrada al Reino de los Cielos; sudor de frente significa mérito de sí mismo; esfuerzo por iniciativa propia; y por lo tanto premio propio; el te ganarás el pan con el sudor de tu frente, era y es el único camino, para poder volver a entrar, al Reino de los Cielos; las leyes del oro en que descansaba el llamado capitalismo, desvirtuó este camino; porque principió con leyes desiguales y las perpetuó; lo que debió ser la más elevada moral en el propio vivir, fué la más grande inmoralidad; con tal extraña moral, era imposible volver al reino de Dios; porque el desvirtuamiento de sí mismo, nadie lo pide a Dios; y es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que opuso resistencia mental, a su propio desvirtuamiento; a que pueda entrar, uno que se dejó llevar por él; el desvirtuamiento de sí mismo provocado por la costumbre de vivir con una inmoralidad disfrazada de moral, se paga a partir de los doce años de edad, segundo por segundo; los niños no tienen juicio; la inmoralidad herencia del llamado capitalismo, comprometió a toda criatura humana con el divino juicio de Dios; porque la moral que la humanidad pidió a Dios, era diferente a la moral surgida en el llamado capitalismo; porque todos pidieron al Padre, una moral basada en lo igualitario; cada cual pidió sus propias sensaciones a Dios y le prometió cumplir dentro de las mismas, la igualdad, propia del Reino de los Cielos; porque los espíritus pensantes estando en el reino, se dan cuenta que lo del reino no tiene igual, en ningún planeta del universo; todo desvirtuamiento de toda moral pedida en el Reino de los Cielos, tiene descuento para el que la desvirtuó; este descuento es por segundo vivido en extraña moral; cada segundo de moral corrompida, le cuesta al corruptor, una exsistencia de luz, que debe volver a vivir fuera del Reino de los Cielos; los tales no ven a Dios por eternidades; al Eterno se le vé, cuando la criatura procedente de algún lejano planeta, supo cuidar su inocencia a través de la moral; es más fácil que vea a Dios, uno que no conoció la extraña influencia, salida de la extraña moral, surgidas del extraño capitalismo; a que pueda verlo, uno que fué influenciado; es así que el llorar y crujir de dientes será una característica en las grandes masas, que vivieron bajo la influencia del llamado capitalismo; sólo los niños escaparon de esta extraña influencia; ellos no alcanzaron a ser moldeados, en la total inmoralidad, que caracterizó a este extraño sistema de vida; es por esto que los niños son los únicos bienaventurados del planeta; no exsisten otros; para que los llamados adultos fueran bienaventurados en la prueba de la vida, no debieron haber conocido el llamado capitalismo como sistema de vida; debieron haber conocido otro sistema de vida; la prueba de la vida consistía, en que la criatura humana, haciendo uso de su libre albedrío, escogiera un sistema de vida, conservando la pureza de su inocencia; las pruebas de vidas que se piden a Dios, incluyen el todo sobre el todo; incluyen a todas las sensaciones de sí mismo, entre ellas a la inocencia viviente; la prueba de la vida humana consistía en que sus criaturas deberían de exigir y de luchar, por un sistema de vida, que no les corrompiera sus inocencias; el que así lo pensó en la prueba de la vida, su inocencia lo defenderá en el divino juicio; la inocencia tal como todas las demás virtudes, hablará en el divino juicio de Dios, en sus leyes de inocencia; y es más fácil que entre al Reino de los Cielos, uno que en su divino juicio, fué defendido por su propia inocencia; a que pueda entrar, uno que por nadie fué defendido; el todo sobre el todo de sí mismo, se puede convertir en acusador ó en defensor, según la obra realizada por el espíritu, durante la prueba de la vida; en los lugares en donde se construyen los platillos voladores, sus criaturas se cuidan de elegir sistemas de vidas, que no les corrompan sus inocencias; porque ellos saben por propia experiencia, que los que corrompen a su inocencia, no ven a Dios; el Eterno visita a infinitos planetas-paraísos, diseminados por todo el universo; y cuando en un instante dado, en alguno de ellos surge corrupción de inocencia, el Eterno desaparece y no se deja ver más; es lo que les sucedió a Adán y a Eva; ellos antes de desobedecer, recibían en todo instante, la divina visita de Dios; y cuando cayeron en desgracia, no lo vieron más; en esto hay que diferenciar entre los derechos a que tiene un paraíso, y las leyes que se cumplen en los planetas de pruebas; la actual humanidad pidió a Dios, ser probada en un planeta de pruebas; y la humanidad entre las muchas pruebas que pidió a Dios, pidió la de no verle durante la prueba de la vida; porque los humanos desconocían en qué consistía la sensación de no ver a Dios, en lejano y remotísimo planeta Tierra; y el divino Padre Jehova se los concedió; este pedido hecho en el Reino de los Cielos, se llamaba no ver a Dios, en un instante llamado vida; porque los tiempos que se viven en los planetas, son poco menos que el tiempo de un suspiro, para Dios; las sensaciones de los tiempos a vivir, lo piden las criaturas que desean conocer los tiempos; el que no pide conocer el tiempo, no lo conoce; esto es igual para todas las sensaciones imaginables; en los lugares de construcción de los platillos voladores, exsisten otras clases de tiempos; de otras cualidades y calidades; tiempos que ejercen otras clases de influencias en la criatura; allí el tiempo rejuvenece a sus criaturas; en la Tierra los envejece; en otros planetas, los empequeñecen ó los agigantan; las influencias de los tiempos de los planetas, es infinita; sólo el tiempo celestial eterniza; esta clase de tiempo es el que reinará en el nuevo reino; porque fué escrito que el hijo de Dios, renovará todas las cosas; incluyendo al tiempo; el tiempo de la prueba de la vida, ó tiempo de los mortales, ya no exsistirá; todos los actuales elementos serán transformados, como lo será la criatura que habita el planeta; esto significa que los que violaron la ley de Dios, no quedarán en la Tierra; es más fácil que queden, los que no la violaron; es más fácil que queden los niños; es más fácil que Dios elija a los más limpios y a los menos influenciados por el oro; cuando el niño sigue creciendo, paralelo a ello, crece la extraña influencia del oro; los llamados adultos, no supieron cuidar su propia inocencia de niños; no supieron cuidar lo más grande que había en ellos; porque con sólo poseer una inocencia sin desvirtuamiento, la criatura vé a Dios y entra al Reino de los Cielos; en los lugares de construcción de los platillos voladores, ellos cuidan sus inocencias; porque nadie desea perder la infinita gloria de ver y conversar con el Eterno; ver a Dios, constituye ver y conocer lo que nadie a visto en creaciones, en el resto del universo; es ver lo que será el futuro de lo que ya exsiste; el ver a Dios es lo supremo en premio; de acuerdo a la jerarquía humana y a su obra realizada en el planeta Tierra, lo supremo es ganarse una exsistencia de luz completa, por cada segundo de pensamiento, en lo que es la luz; la cualidad y la calidad del premio celestial, lo creó la propia criatura humana; ella misma fué la portadora de la divina parábola que dice: Por vuestras obras seréis juzjados; según lo que generó cada uno en pensamientos, instante por instante, así también recibe de lo que será su futura perfección; la prueba de la vida fué una oportunidad que se pidió a Dios, para salir de las tinieblas, que por propio uso del libre albedrío, muchos espíritus pensantes habían caído en pasadas exsistencias; el mal ó la tendencia a hacer el mal, salió de sensaciones provocadas por sí mismo; las criaturas se fascinan por experimentar todo lo que no conocen; y piden ir a mundos, en que ponen en juego, su propia resistencia para enfrentar el mal; la delicada situación de ser protagonista de su propio mal, fué pedido por la propia individualidad, al Eterno; la criatura pide conocer situaciones que nunca a conocido; situaciones que le son extrañas; y se decide vencerlas ó transformarlas en filosofías de la luz; lo imperfecto de sí mismo, el espíritu arrepentido, le promete a Dios, transformarlo para engrandecer aún más, el reinado de la luz; el arrepentimiento de un espíritu delante de Dios, adquiere promesas de nuevos universos, cuyo generador será la propia mente; que para cumplir con lo prometido a Dios, genera instante por instante, unas ondas magnéticas llamadas ideas.-
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-