En los platillos voladores su construcción misma, es un todo con el cosmos mismo; la propia exsistencia desde sus moléculas, hace que la propia materialidad sea cambiante en normalización de hechos; los instantes vividos dentro de un platillo volador, hacen que todas las sensaciones de la individualidad, se sientan un todo con el infinito mismo; si un terrestre penetrara en una de estas naves, sus propias sensaciones caen en un misterio insondeable; la sensación del todo sobre el todo individual, siente que otro todo lo fascina; y no en todos los platillos voladores, sentiría lo mismo; porque mientras más elevada es la trinidad molecular de una nave, mayormente misteriosa es la sensación que se siente; lo que sucede es que cada molécula de la propia individualidad, siente y acusa el impacto vibratorio de la Trinidad más elevada del platillo volador; y las emociones en la criatura, sienten sensaciones a que nunca estaba acostumbrado; porque el magnetismo que irradia un platillo volador, no se vé ni se siente todos los días; las moléculas del material de un platillo volador poseen un divino mandato magnético-mental; y ellas nada hacen sin la orden mental de los tripulantes solares; este mandato posee infinitas cualidades y calidades; es decir, que lo que hay que ejecutar, en un instante dado, se logra de infinitas maneras; las órdenes mentales de los padres solares, quedan impregnadas en la escencia del material mismo; y es así que por eternidades, los tripulantes solares ninguna orden mental, dan a las moléculas; y los hechos se cumplen igual; esto es posible porque dentro de un platillo volador, se crean los tiempos eternos; un suceso ocurrido dentro de un platillo volador, es proporcional en su desarrollo, a la cualidad y calidad de tiempo, conque se desarrolló; la molécula ante un suceso que en ella misma, está como un mandato impregnado, obra en su microscópica dimensión de molécula; es una ley que posee la velocidad del rayo en sus grados infinitos; la rapidez de maniobrabilidad de un platillo volador, depende de la jerarquía del verbo solar, de un padre solar; y según sea su jerarquía de poder, así es la cualidad y la calidad, de los querubínes que puede mandar; entre las moléculas y los querubínes del todo sobre el todo, exsiste ley común; es decir que siendo diferentes en sus escencias, actúan en forma instantánea; lo simultáneo se hace un todo materializado; querubín y molécula obran en magnetismos de iguales líneas de fuerza; son actuantes en todas las pausas y causas del mandato del verbo solar; hacen causa común en los tiempos pasado, presente y futuro, de un suceso, que está ocurriendo, ocurrió ú ocurrirá; en el instante de recibir una orden mental, de parte del tripulante solar, moléculas y querubínes se alínean; es decir se ponen en la línea solar del respectivo padre solar; porque cada tripulante de platillo volador, se comunica en forma instantánea con las moléculas y querubínes, a través de la línea ó cordón solar; esta ley hace que dentro de un platillo volador, sea todo luminoso y de colores; porque los magnetismos de los padres solares, poseen todos los colores, que a través de sus ojos, lograron impregnarse ellos mismos, en sus respectivas reencarnaciones; en que cada ciencia de cada exsistencia que vivieron, representa un color; los microscópicos actos realizados dentro de una vida, representan también, toda una gama de colores; y todos los colores mentales forman un todo instantáneo y expansivo; estos colores son los que se ven en los platillos voladores que han visitado la Tierra; las fibras mentales de los padres solares, cohesionan a los querubínes de la materia y los reencarnan en infinitas moléculas, de todas las jerarquías moleculares imaginables; es la transformación geométrica de lo que será un suceso materializado; cada movimiento en un platillo volador, se geometriza primero en microscópicas dimensiones; cada acto dentro de la nave, principia siéndolo, desde lo invisible hacia lo visible; pasando en forma instantánea, por infinitos presentes, cielos y galaxias; en los actos humanos ocurre una ley semejante; sólo que lo humano es microscópico dentro de lo microscópico; no se amplía como ocurre en los padres solares; lo humano queda encerrado dentro de su propio sentir; lo humano es inerte dentro de los propios límites de su presente; en cambio en las jerarquías solares, ellos en sus propios actos mentales, ejecutan las más variadas transformaciones sobre la materia; ellos mismos son creadores de materia prima, con la que confeccionan los hechos; son creadores de elementos; las moléculas son creadas por ellos mismos; y las elevan en jerarquías según el destino que les dan; cuando un platillo volador ejecuta un movimiento en el espacio, lo que hace es crear eternos movimientos, que se van extendiendo por microscópicas dimensiones, dentro del presente en que se encuentran; lo ejecutado por ellos, no cesará jamás de extenderse dentro del Universo Expansivo Pensante; si un platillo volador se eleva, lo que ocurre es que los divinos querubínes de la elevación, entran en reencarnación masiva é instantánea, dando por resultado físico la elevación de la nave misma; si un platillo volador se mueve en cualesquier dirección, lo que ocurre es que los querubínes de las direcciones, entran en reencarnación masiva é instantánea, dando por resultado la dirección deseada; si un platillo volador desciende sobre un planeta, lo que ocurre es que los querubínes del descenso, entran en reencarnación masiva é instantánea, cuyo resultado será el reposo de la nave sobre la superficie de un planeta; divino Padre Jehova, veo que por cada expresión hablada, corresponde un determinado querubín celestial; ¿es correcto? así es hijo; lo hablado es el verbo; y el verbo se vuelve querubínes de verbo; basta hablar en la jerarquía solar, y se logran los deseos y transformaciones sobre la materia; las jerarquías más elevadísimas, dentro del verbo, no necesitan ni hablar ni de expresión alguna, para lograr lo que desean; les basta pensar y con ello, logran lo que desean; es el verbo silencioso; es una perfección de verbo, dentro de la perfección misma; los grandes poderes del Reino de los Cielos, ningún gesto hacen, para crear inmensas creaciones; ciertamente que el poder más infinito, no hace manifestaciones físicas; es sencillamente silencioso; en un platillo volador, todo se puede paralizar, si así lo desea una jerarquía más elevada, a la que exsiste en el platillo volador mismo; en esta ley interviene un mayor poder magnético-solar sobre los querubínes de la materia; un magnetismo de más elevada jerarquía, se sobrepone a uno de menor jerarquía; los querubínes ante un magnetismo superior, se sienten amorosamente anulados; y un olvido sienten con respecto al magnetismo que habiéndolos mandado, era de menor jerarquía; lo menor cede el paso a lo mayor; el divino mandato sobre la más microscópica escencia de la materia, provoca en multitudes de querubínes y moléculas, sensaciones de las más variadas psicologías; el sentimentalismo y sus virtudes, encuentran en la jerarquía más elevada, una más suprema aspiración, a la anterior; las sensibilidades y las emociones se magnetizan dando lugar a nuevos transportes geométricos hechos sensaciones; la actitud de las moléculas provocan una transformación que se vuelve un sueño; esto es paralizar la acción; lo extático se hace presente; en esta ley de intervención de una jerarquía más elevada que la otra, exsisten todos los cambios geométricos y transformaciones físicas; la cualidad y la calidad de la materia, es reemplazada por otra cualidad y calidad; es la transformación instantánea de lo que se era; en los platillos voladores, lo instantáneo salido de la voluntad solar, hace los cambios que la nave necesita en su trayecto; al desplazarse un platillo volador por los espacios siderales, su propia forma física, vá adquiriendo infinitas geometrías; la escencia de sus transformaciones está en relación directa, del poder de dominio que los tripulantes solares, ejercen sobre los divinos querubínes del cosmos; la cualidad y la calidad, adquiere creaciones inauditas; las escencias por la que se es tal ó cual cosa, fluyen en los deseos mentales, de las jerarquías solares; la transformación de un platillo volador, dá lugar a infinitas explicaciones, que corresponden a infinitas ciencias de los padres solares; cada poder que se tiene sobre cada molécula de la materia, les a costado al libre albedrío de los tripulantes solares, infinitas reencarnaciones; cuyo complemento de las mismas, se demuestra en los alcances y límites, a que a llegado su poder creador; conocido en el Reino de los Cielos, como el divino verbo solar; si en su libre albedrío de padre solar, el tripulante solar pide conocer otras reencarnaciones, su poder de verbo solar, aumenta; porque nuevas ciencias vienen en su auxilio; su propio magnetismo se vé enriquecido; su influencia de poder sobre los querubínes, se agiganta; nuevas dimensiones penetra; a la que no podía penetrar, en tiempos de antes de pedir, sus últimas reencarnaciones; las jerarquías de los platillos voladores, son por lo tanto infinitamente relativas y subordinadas a las determinaciones del libre albedrío de los padres solares; cuando un padre solar, siendo tripulante de un platillo volador y que desea cumplir misión de reencarnación, en algún remotísimo planeta, es reemplazado por otro padre solar; que puede ser de su misma jerarquía solar, ó de jerarquía superior; los reemplazos de tripulantes solares en misión de reencarnaciones, son infinitos; así sucedió con el Hijo Primogénito Solar Cristo; Él era tripulante solar de una nave primogénita, del macrocosmo; y cuando pidió al divino Padre Jehova reencarnar como Moisés y como Cristo, fué reemplazado en su puesto de tripulante solar, por otros padres primogénitos; igual ley se cumplirá cuando se decida venir de nuevo, al mundo de la prueba; la molécula del metal de las naves celestes, irradian magnetismos que las hacen vibrar en nuevas geometrías, que no conocían; que son transformaciones que ocurriendo en sus dimensiones microscópicas, provocan los cambios físicos en el platillo volador; y según sea la evolución de la molécula, así es la armonía que ella vive, en el instante del cambio físico; las sensaciones son por lo tanto infinitamente diferentes, en las multitudes de moléculas de un platillo volador, cuando éste hace sus propias transformaciones; los hechos y la maniobrabilidad dentro de un platillo volador, ocurren en principio microscópico, principiando por el propio sentir de la molécula; porque cuando pidió su reencarnación como materia, en un platillo volador, lo hizo conservando sus sensaciones de moléculas; lo hizo conservando las características de su propia individualidad molecular; en el universo viviente en donde se crean los platillos voladores, el que la materia tenga vida, es mirado como la cosa más natural del infinito; tal como las criaturas humanas, están acostumbradas al trato que ellas mismas dan y sienten por su materia y elementos; la criatura se acostumbra a la compañía de lo que es su diario vivir; esta costumbre de ser lo que se es, se llama en el Reino de los Cielos, costumbre habitual del todo sobre el todo; y la prueba de la vida humana consistía, en que la costumbre habitual del todo sobre el todo, vivido por cada uno, no cayera en la negación de otras costumbres habituales de otras criaturas del universo; porque se le enseñó al mundo de la prueba, de que lo de arriba es igual a lo de abajo; es decir que lo de Dios, no encuentra su límite en ninguna criatura; nadie es el límite de Dios; los que pensaron en extraños límites poniéndose ellos mismos como tales, tales límites harán poco menos que imposible, que ellos vuelvan a ser reencarnados, para volver a conocer otras formas de vida; porque el mismo extraño límite que de ellos salió, habla delante de Dios, en sus leyes de límite; y este extraño límite exigirá que al espíritu que a él lo creó, no se le dé reencarnación; esto es perder una oportunidad en seguir perfeccionándose en su propia evolución espíritual; la ciencia de las moléculas no se imponen límites que a ellas les afecte; lo expansivo se hace cohesivo para ir conociendo nuevas é infinitas jerarquías de la cohesión; el todo sobre el todo de una molécula está subordinado a su propia sensación que del infinito tenga; en un platillo volador si una de sus moléculas se pusiera un límite ó una duda con respecto al infinito mismo, sus compañeras moleculares, la mirarían de lo más extraño; sería estar en presencia, de un extraño complejo sin causa; en el Reino de los Cielos, se les llama acomplejados, a los espíritus que le ponen límite a la creación de Dios; toda negación a lo de Dios, surge porque la criatura misma, siendo pequeñísima en conocimiento, no se esfuerza en imaginarse, lo que podría ser el infinito; no hace esfuerzo mental alguno, en figurarse que hechos podrían estar ocurriendo en lugares remotísimos del cosmos; esta extraña falta de imaginación por la creación de Dios, se juzja también en el divino Juicio Final; tan extraña sensación de falta de imaginación, ni el mismo espíritu afectado lo pidió; las moléculas de un platillo volador, se cuidan de que la duda no se apodere de ellas; porque toda duda empequeñece a lo de Dios; dentro de un platillo volador, todos se imponen pruebas galácticas para ganar experiencias que no conocen; también las jerarquías perfectas del cosmos, se imponen pruebas; la causa de esto se debe a que nadie lo sabe todo; sólo Dios lo sabe todo; y se vá sabiendo a medida que cada cual vá conociendo nuevas formas de vida; no exsiste otro medio para conocer lo que no se conoce; la escencia de los platillos voladores nace de las propias formas de fé, de sus constructores; porque sin fé en sus respectivas reencarnaciones, no conocerían la ciencia que conocieron; sin fé en ellos mismos, nada conocerían; y el que nada conoce, nada es en el Reino de los Cielos; la ciencia que cada tripulante solar posee, a ellos les costó; desde la primera hasta la última molécula; ningún poder se regala de parte de Dios; porque es más fácil que el Eterno favorezca a uno que se esforzó y que tuvo fé en su propio esfuerzo, a que dé preferencia a uno que no tomó ninguna iniciativa de esfuerzo; el que nada hace nada recibe ni nada recibirá en el divino Juicio Final; y las moléculas no se prestarán para premiar a uno que despreció lo de Dios; en los platillos voladores cada poder de verbo de cada tripulante solar, crea sus propias leyes vivientes; estas leyes consisten en crear magnéticamente el propio sentir de la individualidad; los deseos principian a expandirse por geometría desde lo invisible, en madurez hacia lo visible; y todo deseo mental brota creando un mundo ó planeta primitivo; lo que magnéticamente perteneció a la individualidad, se reflejó en su propia onda expansiva; lo que escapa de la individualidad, lo hace en forma de idea ú onda mental; en esta onda están las virtudes que poseía el espíritu ó padre solar, en el momento de generar la idea; lo mental en los tripulantes de los platillos voladores, es infinitamente mayor a la humana; en los padres solares del macrocosmo sus ideas mentales son tan infinitas, que sus límites no se conocen; esta ley ilimitada en los padres solares, se puede uno acercarse a ella, naciendo de nuevo muchas veces; es decir evolucionando en su propio verbo para alcanzar la ciencia de poder, y llegar así a conocer el límite de tal ó cual padre solar; en los platillos voladores sus moléculas ejercen un poder magnético sobre todos los sucesos que ocurren entre materia y espíritu; los acontecimientos ocurridos dentro de una nave se magnetizan en colores, según los querubínes que en esos instantes, son amorosamente mandados por las mentes solares; la grandiosidad en esta ley, constituye una de las maravillas del universo; los sucesos en la más microscópica unidad de tiempo, pasan de una jerarquía celestial a otra; y se visualizan infinitos reinos, que corresponden a la filosofía del suceso mismo; esta ley se llama en el Reino de los Cielos, sobrepasando las escalas de los reinos; y es un celestial espectáculo que no tiene fín; en los platillos voladores sus moléculas vislumbran lo profético de lejanas galaxias; y mientras más elevada es la jerarquía a la que pertenece la nave, la profundidad en lo profético se introduce en el macrocosmo; cuando un platillo volador fija su rumbo en el espacio infinito, en todo instante, sus tripulantes conversan telepáticamente con lejanos soles y planetas; y en las elevadísimas jerarquías de mundos, los observan en colosales pantallas de television solar; es la sucesión eterna de los poderes del Reino de los Cielos; lo que no averigua ó no puede averiguar determinada jerarquía solar, se lo comunica la jerarquía superior; es la divina ascendencia de poder de penetración que se tiene sobre la creación; en el interior de los platillos voladores, las noticias de lo que sucede en lejanos y remotísimos mundos, se sabe en todo instante; y según sea la jerarquía de la nave, los sucesos de los lejanos mundos, se saben por adelantado; es decir, que se saben antes que se materialicen tales sucesos, en tales mundos; esto se logra saber a través de la television del futuro; magna television que se expande en infinitas jerarquías menores de television; haciendo llegar la television profética al microcosmo; el anunciar el futuro, significa para muchos, alegrías ó tristezas; porque en todo el cosmos, lo profético está infinitamente ligado a las reencarnaciones, que sus seres queridos cumplen en lejanos y desconocidos planetas de pruebas; por la television del futuro, ellos deducen si los que fueron a sus pruebas planetarias, cayeron ó no cayeron ante la ley de Dios; porque si cayeron en sus propias pruebas, no los volverán a ver por eternidades; en los platillos voladores cada suceso que se recibe, se le sigue el destino por infinitas televisiones y medios de comunicaciones que no tienen límites; entre estos infinitos medios, está la Telepatía Universal; que es la misma, la que posees hijo; así sea divino Padre Jehova; hágase en mí, tu divina y amorosa voluntad; te diré hijo, que de la misma telepatía universal, nacen otros brotes de poder; poderes que tienen que ver con los elementos de la naturaleza de la Tierra; a su debido tiempo el hijo disfrutará de tales poderes; tal como ahora disfruta de la telepatía viviente; en los platillos voladores sus tripulantes rivalizan en forma amorosa, en quien tiene mayor poder creador; que es la más grandiosa imitación al divino poder creador de Dios; no exsiste imitación mayor; y en esta imitación, están todas las virtudes del todo sobre el todo de la criatura; es la igualdad perfecta de sí mismo, imitando a Dios; la mayor gloria para el divino Padre Jehova, es ver como sus hijos, demuestran ante Él, sus propias perfecciones, que a ellos mismos les costó; porque nada se regala en el Reino de los Cielos; ni una molécula se regala; esto significa que los premios que otorga el divino Padre Jehova a sus hijos, lo hace tomando en cuenta sus méritos salidos de ellos; y a veces ocurre que el divino Padre primero premia, adelantándose al propio mérito de sus hijos; porque el Eterno viendo el futuro de cada hijo, vé su futuro mérito; y viendo el futuro mérito, es que le adelanta el premio; esto se llama premio adelantado en el Reino de los Cielos; no hay que confundir esta ley, con la extraña abundancia de los ricos, en la Tierra; porque tal abundancia es ilegal delante de Dios; porque esta extraña abundancia se logró viviendo la criatura, leyes desiguales en la prueba de la vida; es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que habiendo disfrutado de una abundancia en algún lejano planeta de prueba, la disfrutaron en sensaciones de leyes igualitarias del respectivo planeta; a que puedan entrar, los que disfrutaron de abundancia, en sensaciones de leyes desiguales; lo desigual en cualesquiera de sus grados, nadie lo pidió a Dios; porque nada injusto se pide a Dios; he aquí la ceguera de todo llamado rico, surgido en el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro; en los platillos voladores mucho se habla de los llamados ricos; porque los tripulantes de los platillos voladores saben el destino que les espera, a los que se hacen de riqueza, violando la ley de Dios; ellos en sus ciencias solares, estudian el comportamiento de las criaturas de los mundos que visitan, y lo hacen viendo el futuro de tales criaturas; es para ellos un estudio fascinante, saber las historias y sus protagonistas, de los infinitos planetas de pruebas; y de verdad que muchos de ellos, tienen familiares terrestres; espíritus que tuvieron con ellos, alianzas familiares en otros mundos; y que por circunstancias del libre albedrío espíritual, se encuentran cumpliendo reencarnaciones en la Tierra; a muchos encuentran en los mundos que visitan; en esta ley que es común en el universo, suceden dos hechos; uno, que el tripulante solar ignora, que en determinado mundo se encuentra un familiar galáctico; lo otro es que lo sabe; porque ya sea que participó y presenció la reencarnación del espíritu familiar; a veces les comunican, que uno de sus familiares planetarios, reencarnó para tal ó cual mundo de prueba; en el año 2001, cuando estas naves aterricen en la Tierra, ellos conversarán con muchas criaturas humanas, que fueron sus familiares en lejanos planetas de pruebas; y ante el asombro y la emoción de sus familiares humanos, les mostrarán en diferentes televisiones solares, las escenas que con ellos compartieron en lejanos mundos; los familiares humanos, llorarán de emoción, al comprobar ellos mismos, reencarnaciones reconocidas; divino Padre Jehova, ¿qué significa diferentes televisiones solares? significa hijo, que según sea la divina jerarquía del tripulante solar, así es de bella su television; cuando los electrónicos de la Tierra vean tantas variedades de televisiones, quedarán asombrados y acomplejados en su propio saber; y se darán cuenta de que ellos nada sabían; esta sensación de complejo en su propio saber, a todos ocurrirá; cuando vean actuar al hijo Primogénito Solar Cristo, en gloria y majestad; porque todo el conocimiento de la Tierra, estará subordinado a su infinita sabiduría de Padre Solar Primogénito; este hecho fué anunciado en el divino evangelio del Padre Jehova, en la parábola que dice: Y llegará brillante como un sol de sabiduría; y en los pedidos que los espíritus humanos, hicieron a Dios, estaba la luz del conocimiento; esta luz de conocimiento, sale del que vendría al mundo, brillante como un sol de sabiduría; porque al hijo de Dios, le brillará el rostro como un Sol; porque pertenece a la trinidad solar en el divino Padre Jehova; la Trinidad humana no brilla en sí misma, porque aún son soles opacos; y sólo oyen hablar del áurea humana; que es un microscópico sol; y tan pequeño es, que ni el ojo lo vé; en los platillos voladores sus tripulantes se preparan para lo que ha de acontecer en la Tierra; saben desde tiempos remotos, los sucesos del divino Juicio Final; saben del llorar y crujir de dientes, que le espera a este mundo de pruebas; saben los pormenores que a cada uno, le ocurrirá durante el juicio de Dios; y les entristece de que el juicio de este mundo, sea doloroso; ellos en su amor infinito, hubieran deseado un divino juicio con menos dolor; más, en sus sabidurías solares, saben que tal clase de juicio, es producto de la obra humana, salido durante la prueba de la vida; y se alegran cuando de ellos tiene que salir un premio para las criaturas humanas; y uno de ellos, es llevar a muchos seres humanos, en sus naves, en viaje por el cosmos; sé hijo que tú lo vienes viendo en la television solar, desde cuando eras niño; así es divino Padre Jehova, por tu divina gracia; veo multitudes de niños, que rodean a los platillos voladores; así es hijo; porque ellos son los preferidos del Reino de los Cielos; todos son bienaventurados, tal como se escribió en el divino evangelio del Padre; los niños serán los primeros en viajar al cosmos, en los platillos voladores; porque todo bienaventurado es primero en los divinos premios de Dios; así lo veo divino Padre Jehova, en la infinita television solar; en la construcción de los platillos voladores, exsisten tantas leyes, como es el número de moléculas que participan en la nave; es una solidez lograda por microscópicas temperaturas mentales; la cohesión molecular se logra porque los magnetismos de cada mente solar, se ponen de acuerdo; el desprendimiento de las que serán las moléculas, principia no en el principio del nacimiento de las moléculas mismas; porque éstas ya exsistían y lo que hacen es acudir a que tal ó cual padre solar, las reencarne en una galaxia llamada platillo volador; lo que las moléculas aprovechan en esta ley, es el poder magnético de los soles vivientes; como en la creación de Dios, nada tiene límites, es que esta ley es una de las tantas que exsisten; en las jerarquías elevadísimas de los padres solares del macrocosmo, ellos crean a las moléculas, en el instante mismo, en que se proponen crear una nave; y las reencarnan en el instante mismo; en esta obra se explican sólo dos maneras de crear un platillo volador; porque lo infinito de Dios, jamás puede ser explicado todo, en ningún planeta del universo; porque todos los planetas envejecen y desaparecen por cumplimiento de sus leyes físicas, y el relato jamás llega a su fín; las moléculas nacen en infinitas formas y circunstancias; nacen en mundos, soles, platillos voladores, y de toda idea mental que dá lugar a planetas; lo molecular se inicia de una manera en que se puede decir, que el todo sobre el todo del universo, crea en todos los instantes moléculas; los principios de las infinitas moléculas no cesan jamás; la molécula y la idea física, son como la semilla del universo; en las construcciones de platillos, se especializan en lo del espacio; y en sus infinitos viajes ven y estudian otros principios de moléculas, para ellas desconocidas; tal como la criatura humana, siente fascinación por la exsistencia de otras criaturas en desconocidos planetas; en la respectiva ley de lo que se es, se sienten unas mismas sensaciones; lo que cambia es la forma física; en los platillos voladores ocurren también dramas que son propios de sus leyes de pruebas; porque en el infinito, hasta los más perfectos se imponen pruebas; porque en todo el universo se sabe del infinito premio que representa el puntaje celestial de la luz; que fué enseñado en el divino evangelio del Padre Jehova, como la divina añadidura de Dios; en el universo, todos los mundos saben que el más microscópico esfuerzo mental, es infinitamente premiado por el divino Padre; es por esto que la psicología de la prueba es universal; y hasta los más elevados en poder de verbo, se imponen pruebas; en los platillos voladores, muchas naves se juegan grandes leyes en sus propios destinos; y también ellos caen violando la divina ley; y por eternidades, no vuelven a entrar al Reino de los Cielos; hasta pagar la última molécula de deuda contraída; en estas leyes caen padres solares con multitudes de moléculas, que por seguirles, también caen; son dramas que dan lugar a infinitas é inmortales leyendas; y no exsiste molécula que no tenga su leyenda que contar; porque nadie es desheredado en lo que constituye su propia experiencia; las moléculas fueron glorificadas en este planeta de pruebas, en la divina parábola que dice: Hay que ser humilde, para llegar a ser grande en el Reino de los Cielos; y la grandeza de la molécula está en que sin ellas, nada exsistiría; y hasta el espíritu humano, depende del libre albedrío de una molécula; porque toda molécula hablará en el divino Juicio Final; juicio inmortal en que el dolor y la maravilla, se fusionarán como un todo; en los platillos voladores las moléculas crean en sus propias experiencias su propio magnetismo conque ellas mismas crean su propia dureza molecular; la materia atrae a la materia en un crecimiento en que el todo se hace densidad; la molécula antes de llegar a constituírse en un todo sólido para un determinado presente, pasa primero por estados de sensibilidades, que están fuera del alcance del ojo humano; el desarrollo de las moléculas en un todo, es el resultado de las alianzas que hicieron todos los elementos juntos; está detrás de cada molécula, un divino mandato viviente que fué creado en microscópicas dimensiones; porque el Reino de los Cielos y sus poderes creadores, que son el Eterno y los padres solares, poseen Reinos de poder tanto en lo visible como en lo invisible; en lo microscópico y en lo macroscópico; en lo diminuto y en lo colosal; la formación de una molécula principia en las galaxias del micro; su formación principia en espacios, cielos, tiempos, filosofías, velocidades, cohesiones, atracciones, solidez, en dimensiones que siendo invisibles al ojo humano, forman infinitos universos en constante expansión; tal como le ocurre a la humanidad en su propia dimensión; lo molecular forma su pequeño reino dentro del infinito del propio sistema de vida; esta pequeñez está en todas partes; lo grande de la molécula lo es todo; porque todo es a base de moléculas; y cuando la materia está en vías de desaparecer, las moléculas retornan a las dimensiones del desaparecimiento; se introducen a lo invisible dentro de lo invisible; y donde hubo algo quedó la nada; el envejecimiento de la materia es desarrollo lento de una dimensión que desaparece; y lo hace por cambios decadentes a lo que se siente en la unidad de tiempo; la materia con su todo de moléculas, vá deshaciendo una geometría que en un instante dado, tuvo posesión de ella; lo molecular se vuelve escencia cambiante, porque en la Tierra no es eterna; la cualidad y la calidad de la molécula terrestre, pidió en sus leyes a Dios, conocer las transformaciones y el desaparecimiento; la renovación de la molécula es constante y de presencia efímera; los cambios de las moléculas, están dentro de la molécula; la renovación molecular, está dirigida por los querubínes de las renovaciones; que son los encargados de mantener a los elementos, dentro de su frecuencia de presencia; la renovación de la materia en la naturaleza, se hace en lo invisible porque la propia criatura humana, así lo pidió en el Reino de los Cielos; cuando pidió ser probado en una forma de vida, que no conocía; pidió no ver la transformación de la propia materia, en lo que se refería al lugar de orígen; porque los espíritus humanos, desconocían tal sensación; lo oculto de la naturaleza está en relación directa con el pedido de olvido de orígen, que el libre albedrío humano pidió a Dios; esto enseña que la cualidad descollante de la vida humana, es el olvido de sus criaturas, con respecto a su lugar de orígen; y la Tierra planeta de prueba, no es la única; así como ella, exsisten otros infinitos planetas, cuyas criaturas también pidieron el olvido de su pasado; y también es infinito el número de planetas, que pidieron conocer formas de vida, con recuerdo de sus pasados; en esta ley universal, basta pedir a Dios lo que se desea conocer, y se concede; porque nada es imposible para Dios; más, lo que se le pide, está sujeto a leyes morales; porque lo que es de la luz, necesita eternizarse en sus propias leyes; en los platillos voladores sus tripulantes saben la historia humana; y la saben más perfecta, que la propia criatura humana; porque los tripulantes de los platillos voladores, leen las televisiones solares de todos los planetas; y saben de las falsas historias salidas de las criaturas egoístas; ellos saben que la historia humana fué falseada, durante el extraño reinado del mundo salido de las extrañas leyes del oro; y saben que el propio mundo que fué engañado, verá la verdadera historia de su planeta, en la television solar; y también verá a los falseadores de historias; las moléculas en un platillo volador, forman un todo que en sus opiniones moleculares, defienden siempre las grandes verdades del Reino de los Cielos; nunca apoyan a las criaturas que violaron la divina ley de Dios; el libre albedrío de las moléculas, busca también su propia salvación; porque cada molécula de una por una, pidió también su juicio a Dios; tal como lo pidió el espíritu humano; los pedidos de juicios al Eterno, incluyen a todos; a materia y espíritu; porque el todo sobre el todo de su propia creación, tienen iguales derechos en la perfección elegida; en los platillos voladores siempre se sabe que clase de juicio se ganó tal ó cual planeta del universo; porque las características que tendrá el juicio de determinado mundo, sale de la propia obra de sus criaturas; sale de los propios actos, que cada cual hizo instante por instante, cuando consumía un magnetismo llamado vida; las moléculas de la vida exsisten tal como exsisten los sentimientos en el espíritu; la vida humana es una magnetización, que el libre albedrío humano, vá perfeccionándolo, a medida que consume tiempo y espacio; que son también magnetismos; divino Padre Jehova, ¿qué significa en Revelación magnetismo? magnetismo hijo, significa macrocosmo salido de uno mismo; porque el actual tamaño de la criatura humana, es gigantesca en comparación con lo microscópico que hay en él; y significa que todo microbio encierra gérmen de macrocosmo; significa que los propios microbios salidos del cuerpo humano, se vuelven también gigantescos; la evaporación de microbios, es una reencarnación, que a todo microbio lo transporta a dimensiones microscópicas; nada perece en sentido absoluto; y lo que parece que pereció, es solamente el desaparecimiento del microbio, de un presente que le era pasajero; la muerte no es más que una faceta de infinitas dimensiones; la Muerte es sólo una transformación en que lo transformado principia un lento proceso de desaparición; las moléculas reciben las influencias de las magnetizaciones que el propio espíritu pidió en el Reino de los Cielos; divino Padre Jehova, ¿cuáles son esas magnetizaciones? son las virtudes que cada cual recibe de sí mismo; es decir, que cada cual siente; y te diré hijo que siendo todo lo imaginable magnetismo, la divina intervención de Dios, que todos pidieron en el Reino de los Cielos, es también magnetismo; y en cada acto generado por todas las mentes humanas, un cuarto pertenece a la divina intervención de Dios; y el libre albedrío humano no se dá cuenta de ello; es por esta ley es que fué escrito: Dios está en todas partes; está dentro de cada uno; en esta ley que por vez primera conoce la criatura humana, el divino Padre Jehova, permitirá durante el divino juicio de Dios, que sus criaturas hagan pedidos al Padre; tales pedidos se harán a través del Hijo Primogénito; porque lo que hace el hijo, lo hace también el Padre; son simultáneos en los actos, conservando a la vez, sus divinos libres albedríos; en tales pedidos, la humanidad de la vida de prueba, pedirá premios adelantados a Dios; siempre ocurre igual; en otros divinos juicios, el espíritu pidió premios adelantados; esto ocurre en pasadas épocas de la Tierra y en otros mundos de prueba; lo hecho en un presente, ya se había hecho en otros presentes de otras exsistencias; porque nadie es único; ni los propios actos salidos de sí mismo, fueron únicos; y las moléculas de los actos también repitieron en un presente, lo que ya habían hecho en otro presente; en los platillos voladores sus tripulantes, estudian y analizan las reencarnaciones de todas las criaturas humanas; es un derecho de la jerarquía superior el hacerlo; porque de ellos sale el poder de dar ó quitar vida; es la divina potestad del verbo solar; en la prueba de la vida, muchos no creyeron ni en ellos mismos; porque consideraron que más allá de sus vidas, nada exsistía; esto significa dejar sin esperanza, a trillones de poros, que fueron los mismos que prestaron sus alianzas al espíritu; para que éste tuviera la oportunidad, de conocer una forma de vida; las criaturas humanas que negaron, se olvidaron que nadie está sólo en las formas de vida, que pidió conocer; porque se advirtió que nadie es único; ni como criatura ni como molécula; había en cada uno, infinitas criaturas que en su conjunto se hacen llamar, el Arca de las Alianzas; que no son más que el conjunto de sensaciones, que a cada uno le tocó vivir en la prueba de la vida; estas sensaciones representan multitudes de querubínes y moléculas; y todas ellas se vuelven seres gigantes, cuando sean proyectadas en la television solar, por el hijo de Dios; el Libro de la Vida anunciado en el divino evangelio del Padre, es la misma television solar; porque en todas las sensaciones de cada uno, habían también infinitas formas de vida, que el propio espíritu creó y moldeó con su magnetismo llamado mente; estas multitudes de sí mismo, representan un microscópico ejército de Jehova; porque todo salió de un mismo Dios nomás; el divino Padre tiene gigantescos ejércitos en el macrocosmo; y su divina herencia se expande también en el microcosmo; lo de arriba es igual a lo de abajo; las moléculas están también entre las multitudes, que durante la vida, acompañaron al espíritu en sus decisiones de perfeccionamiento; cuyo destino se verá en este divino Juicio Final, que todos pidieron a Dios.-
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-