En la construcción de un platillo volador, los números vivientes aparecen con infinitas geometrías numerales; la forma de cada número depende de su propia evolución numeral; el verbo solar escoge los infinitos pedidos de reencarnación de las galaxias numerales; tal como escoge la de las moléculas; si una criatura humana presenciara esto, nada vería; porque su vibración de penetración es microscópica; la mente y la visión humana no penetran lo invisible; no saben el macrocosmo que exsiste dentro del microcosmo; en la construcción de los platillos voladores, a mayor poder de verbo solar, más infinitamente microscópica é invisible, es la construcción de los platillos; los conglomerados de elementos que participan en llegar a ser una nave celestial, lo hacen sometiéndose a las microscópicas fibras mentales de los padres solares; lo amorosamente subordinado se somete con humildad al divino mandato del mayor; aquí no se trata de sometimiento de fuerza; aquí se vé que el divino poder concede una nueva y desconocida ciencia; allí no es necesario conversar ni convencer; porque allí mirando se escoge; para que la criatura humana vea la construcción de un platillo volador, los padres solares tendrían que volverse también un polvito; en el Macrocosmo llamado Reino de los Cielos, nada tiene límites; y el propio límite encuentra a la vez, su propio límite y dimensión; más, allí lo transformable se hace a la velocidad del rayo; si una criatura humana en su propio desarrollo, necesita de cierto tiempo, allí no lo necesita; lo lento en crecer se hace instantáneo; y lo instantáneo se vuelve lento; la pausa se vuelve ruído atronador; y el ruído del trueno se vuelve pausa; el desarrollo de una molécula con su límite de microbio, se vuelve colosal planeta-molécula, en todos los grados de tamaño imaginables; cuando los padres solares construyen un platillo volador, ellos fijan la dimensión correspondiente; y en el momento de hacerlo, lo hacen pensando en enseñanzas infinitas para el universo que los observa; ellos saben que nada oculto exsiste en el Reino de los Cielos; y que ellos nada deben ocultar; y saben que el que tan sólo cae en una molécula de ocultismo, el tal no vuelve a entrar al Reino de los Cielos; saben que toda molécula y todo lo microscópico, habla y se expresa al Eterno, en su respectiva ley; durante el divino proceso de materializar un hecho, los padres solares están en todo instante, en eterno contacto con el divino Padre Jehova; aunque la mayor de las veces el divino Padre Jehova no se deja ver, ellos saben que siempre los observa; ya sea transformado en elemento mismo, ya sea observándolos en alguna pantalla de television solar de algún mundo, ó sol ó platillo volador; los divinos medios de que dispone el Eterno no tiene límites; la divina aparición del Padre Jehova, siempre ocurre en forma inesperada é instantánea; a todos llena de una sorpresa y alegría inaudita; el número viviente como todo lo que exsiste, exsistió y exsistirá, conversa con el todo sobre el todo del Universo Expansivo Pensante; esta infinita conversación ocurre en infinitas formas; una de ellas es por las pantallas de television solar, que poseen todos los planetas y soles, que no están en leyes de prueba; toda morada planetaria ó solar, que no pidió en determinado instante de su tiempo de desarrollo, prueba de vida, se comunica en todo instante con lo que ocurre en el resto del universo; de conocidas y desconocidas galaxias, llegan noticias; y presencian construcciones de platillos voladores por siempre jamás; la Television Solar fué dada a conocer al mundo de la prueba de la Tierra, como el Libro de la Vida; porque en la television universal, se ven formas y escenas de otras vidas; durante la construcción de los platillos voladores, infinitos familiares de los números vivientes y de las moléculas, los despiden por divina telepatía universal; y los observan en maravillosas televisiones solares; esta television al igual que la creación, no tiene límite conocido; exsiste en el macrocosmo y en el microcosmo; la conocen los colosales soles como la conocen los soles microbios; es ciertamente una de las infinitas maravillas del Eterno; divino Padre Jehova, ¿qué diferencia exsiste entre la television de la Tierra y la television solar? la diferencia es infinita hijo; la television de la Tierra, es producto de ciertos elementos de la Tierra; y de verdad te digo hijo, que nada de esta television quedará; en el Milenio de Paz que viene al mundo, el Hijo Primogénito en su divina gloria y majestad, creará la Television Solar en la Tierra; la television que no tiene fín y que nada costará; con la television solar casi no es necesario salir del planeta, para conocer otros mundos; el mundo de la prueba de vida, estará fascinado observando, lo que jamás imaginó ver; y te diré hijo, que es más fácil que envejezca y desaparezca la Tierra, y nó la television solar; lo salido de Dios es eterno; lo salido de sus hijos es efímero; los soles Alfa y Omega al crear la Tierra, pidieron al divino Padre Jehova, crear un mundo con límites físicos; lo único que eran eternos, eran los espíritus pensantes, que pidieron conocer la vida humana; y la pidieron como prueba porque nada sabían de tal forma de vida; es lo que quise decir hijo, cuando dije al mundo de la prueba: La Tierra pasará, más, mis palabras no pasarán; lo último significaba que nueva doctrina planetaria daría al mundo de la prueba; que corresponde al mismo divino Juicio Final; continuemos hijo con la construcción de los platillos voladores; hágase tu divina voluntad, divino Padre Jehova; los números vivientes al reencarnar a platillo volador, lo hacen conservando sus libres albedríos de números; es así que entre ellos hacen divinas alianzas de convivencia en la galaxia llamada platillo volador; así nacen las familias; otros deciden principiar solos; en los números vivientes se cumplen las mismas leyes, que a los hombres les fueron dadas; es decir, vivir en lo que pidieron conocer, con la más alta ó elevada moral, que la mente humana pueda imaginar; los números vivientes piden también divinos evangelios numerales; tal como lo pidió el género humano; porque nadie es desheredado; todos piden al divino Padre Jehova, conocer en sus respectivas leyes de vida, la igualdad; la ley común del diario vivir en el Reino de los Cielos; ni los números vivientes, piden lo desigual, porque saben que quien se deje influenciar por lo desigual, en los lejanos planetas de prueba, no vuelven a entrar al Reino de los Cielos; en los números vivientes que piden experiencia galáctica en los platillos voladores, hubieron muchos que fueron criaturas humanas y de animales, en otros planetas tierras; esto ocurrió cuando en virtud de sus libres albedríos espírituales, decidieron conocer el mundo de la carne, porque lo desconocían; y pidiendo ser criaturas de carne, pidieron también conocer la sensación de lo numérico; porque también lo desconocían como sensación; muchas criaturas humanas de las que actualmente están en la Tierra, fueron números vivientes en los platillos voladores; es por esta ley del pasado espíritual, es que muchos se emocionan con sólo escuchar, las historias de apariciones de platillos voladores sobre la Tierra; es un recuerdo, de que ellos fueron como ellos; es por esto es que fué escrito: Lo de arriba es igual a lo de abajo; muchos de los de la Tierra, fueron como los de los platillos voladores y como los de los otros mundos; el libre albedrío es infinito en sus propios deseos, cuando se decide conocer lo que no conoce; una vez conocido lo que no conocía, pide volver a conocer; la pluralidad de ser infinita forma de criatura, se debe a que nada es imposible para Dios; el divino Creador ofrece a sus hijos, cuantas vidas deseen; sólo que no hay que violar sus divinas leyes, ni en una molécula; porque es infinitamente justo; las criaturas humanas el año 2001, verán la television solar; y en ella verán sus pasadas reencarnaciones; ellas mismas se reconocerán; la conciencia y la intuición estallan cuando se reconocen en lo que fueron; y te diré hijo, que los que negaron el nacer de nuevo, se llenarán de la más grande de las verguenzas de sus vidas; porque negaron durante la prueba de la vida, lo que no conocían; los que se mofaron de la ley de la reencarnación, desearán morir ante la infinita verguenza que de ellos se apoderará; el número viviente al crear familia en su propia reencarnación, expande su herencia numeral; se multiplica por voluntad propia; las familias numerales y las familias de las moléculas, son de gloriosa y eterna alianza en el universo viviente del divino Padre Jehova; se podría decir que no hay planeta del cosmos, que no conozca esta infinita alianza; todos recurren a ellos, para conocer tal ó cual forma de vida; el número viviente es de fuego-líneal en su divina geometría original; es decir que no teniendo la línea solar límite alguno, el número viviente es una microscópica parte de ella; la herencia originaria en su pasado, lo inicia una pareja de soles; y ellos a la vez, de otra pareja de soles; cada espíritu determina su propia línea solar, en virtud de su libre albedrío espíritual, al volver a escoger de nuevo, vida nueva; sin tomar en cuenta, las otras líneas solares, que también en virtud de sus libres albedríos, determinaron sus propios destinos; cuando el espíritu pensante viola las leyes que él mismo pidió en el Reino de los Cielos, el espíritu desvirtúa a su propio lugar de orígen; y no es recibido en tal lugar; los números vivientes, las moléculas, las virtudes, las sensaciones, las ideas que generó durante la prueba de la vida, se quejan contra él; y piden divino juicio a Dios; es el juicio al todo sobre el todo; es el mismo divino Juicio que pidió la Tierra; el todo sobre el todo de sí mismo, fué expresado por las palabras que dicen: Y habrá un divino Juicio, por sobre todas las cosas; por sobre todas las cosas, es el todo sobre el todo; el número viviente también participa en el divino Juicio Final; como también participan los elementos de toda la naturaleza; el todo sobre el todo, sobrepasa en grado infinito, el propio conocimiento humano; es por ello que nada imaginable queda al azar en el divino juicio de Dios; en la construcción de todo platillo volador, cualesquiera que sea su jerarquía de platillo, el número viviente y la molécula son siempre el Alfa y la Omega, de sus propias exsistencias galácticas; el número viviente participa en todo suceso que ocurre en estas naves solares; ellos los números, son los más sabios del todo sobre el todo, de un platillo volador; porque no hay quien no tenga necesidad de ellos; el número viviente está en toda inteligencia de toda criatura del universo; porque por divino cálculo se creó toda inteligencia y todo planeta; el número viviente estando en todo lo imaginable, está también en los cálculos de los hechos mentales, de toda criatura humana; de todo el que generó ideas, instante por instante; y no habrá quien no recurra a sus números vivientes, cuando cada cual determine calcular su propio puntaje celestial, ganado en la prueba de la vida; el todo sobre el todo, se juzja segundo-molécula; se juzja por el número de ideas que se pensó dentro de un segundo y menos de un segundo; la acción mental de cada uno se mide en el divino Juicio de Dios, por segundo; y la acción sobre la materia se mide en el divino Juicio Final, por molécula; esta divina ley tiene un todo sobre el todo igualitario, con el todo sobre el todo, de la construcción de los platillos voladores, que se han acercado al planeta Tierra; así como un número viviente se unió a una molécula para conocer la experiencia de platillo volador, así también el número viviente que se unió a la mente humana, lo hizo por molécula de carne del todo sobre el todo de sí mismo; lo de arriba es igual a lo de abajo; el número viviente de los platillos voladores, posee mayor jerarquía de poder, que el número viviente de la Tierra; es por ello que el número de arriba juzja al de abajo; uno venido del macrocosmo juzja a uno del microcosmo; el que sea mayor en jerarquía numeral, significa que tal número galáctico, a vivido más, conoce más, sabe más, posee mayor verbo creador y posee mayor poder de transformación en otros, como lo demanda su propio poder galáctico; la subordinación y el poder de transformar a otros, marchan paralelos a la línea solar, cuando el espíritu a pedido un divino Juicio Final, a su propio sistema de vida planetario, elegido por su propio libre albedrío; el mundo de la vida de prueba, al no incluír la igualdad en sus propias leyes, desequilibró a su propio número viviente; como igualmente desequilibró a sus 318 virtudes de su propio pensar, y a todas las moléculas de carne de sus propios cuerpos; el todo sobre el todo de sí mismo, fué desequilibrado; y todo ser pensante que se desequilibra por violación a la ley de Dios, termina en los divinos Juicios Finales, con psicología de llorar y crujir de dientes; si el mundo de la prueba no se hubiese desequilibrado, sus criaturas tendrían psicología de serenidad para enfrentar un divino Juicio, que ellos mismos pidieron en el Reino de los Cielos; los números vivientes subordinados amorosamente al hijo de Dios, tratarían de igual a igual, a los hijos de este mundo, si estos hijos, hubiesen incluído a la igualdad en sus leyes de sistema de vida; la prueba de la vida consistía en hacer del planeta que no se conocía, un microscópico Reino de los Cielos; en la prueba de la vida había que imitar a la divina igualdad del Reino de los Cielos; porque imitando en lejanos planetas, a lo del reino, es más fácil volver a entrar al reino; la advertencia suprema para este mundo de prueba, era de que satanás dividía para reinar; y el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, se valió de la extraña división, para poder reinar; y en la prueba de la vida, no había que dormirse para no dejarse sorprender por satanás; es por ello es que fué escrito: Todo espíritu duerme; a satanás que había tomado la forma de sistema de vida, no había que perdonarle ni una molécula de influencia de extraña división; porque basta conocer en sí mismo, a la extraña influencia de la división, y el espíritu no entra al Reino de los Cielos; porque el todo sobre el todo de sí mismo, se queja a Dios, de que fué influenciado, por algo que no pidió en el Reino de los Cielos; y entre los infinitos acusadores, están los números vivientes y las moléculas; y sucede que como a todos se les dió un libre albedrío, en sus respectivas leyes, es que un número viviente posee un libre albedrío, diferente de otro número viviente; y el de una molécula diferente a la de otra molécula; y teniendo el todo sobre el todo, un libre albedrío, es que trillones de ellos perdonan y trillones no perdonan; cuando se perdona, el Divino Padre Jehova también perdona; porque se mandó perdonar; es más fácil que sea perdonado en el divino juicio, uno que a otro perdonó en la prueba de la vida; a que sea perdonado uno que a nadie perdonó; el número viviente está también en los elementos de la naturaleza; y estando en los elementos, el número viviente participa en todos los acontecimientos del divino juicio; en los grandes y en los pequeños; el número viviente participa en la resurrección de toda carne; y los que no creyeron en él como tal, no serán resucitados; porque para poder recibir un divino premio, había que creer y tener fé en el premio; el número viviente como todos los elementos vivientes de Dios, leerán toda mente en el instante de la resurrección de toda carne; para que la criatura humana no cayese en una extraña incredulidad, es que todos debieron haber creído y profundizado, durante la prueba de la vida, el divino término: Dios es Infinito; infinito significa que todo lo imaginable lo puede hacer realidad; el número viviente al leer la mente, leerá que tal ó cual espíritu de la prueba de la vida, empequeñeció a Dios; que es su mismo Dios; y no querrá prestar su divino concurso para eternizar a un negador del Eterno; esta divina ley de Justicia, hará llorar a millones y millones de seres que no creyeron ni se preocuparon en creer, durante la prueba de la vida; bastaba creer en su propia eternidad, para recibir eternidad; el número viviente y todos los elementos de la naturaleza, conversarán telepáticamente con el Hijo Primogénito, tal como ocurrió en el pasado; del cuerpo del hijo de Dios, saldrán infinitos y microscópicos cordones solares, cuyos extremos estarán unidos a cada una de las moléculas de los elementos de la Tierra; y en medio de ellos, los números vivientes; esta ley se hace en medio de brillos solares; la atmósfera hace de puente comunicante, en lo que a físico se refiere; en lo que está al alcance de los ojos; el número viviente está en cada molécula de cada elemento; la resurrección de la carne es una divina ley que en infinitos mundos se cumple; é infinitos la tienen anunciada en sus divinos evangelios planetarios; el número viviente actúa en psicología de equilibrio numeral; y se armoniza con todos los conceptos de cálculos, que todas las mentes poseen en sí mismas; la resurrección de toda carne, es un divino proceso en que el todo sobre el todo de cada uno, queda preparado para amoldarse, para ir a cualquier punto del universo; es la carne eterna de todo bienaventurado; el número viviente de la actual carne humana, es un número de prueba; tal como lo es el espíritu; las pruebas se piden y los premios de resurrección de sí mismo, se conceden; el número viviente enlaza a cada molécula de carne eternizada, por el divino verbo solar, con el infinito; los niños-genios del nuevo mundo, no necesitarán trajes espaciales, para viajar a otros planetas; salvo cuando ellos se impongan pruebas voluntarias, para ganar puntaje celestial; esto se llama en el Reino de los Cielos, aumentar la divina añadidura del divino Padre; en todo disfrute de toda gloria, siempre se piden pruebas espírituales; el vencer dificultades de cualquier orden, constituye prueba; el número viviente estando en todo lo creado, está también en todas las pruebas que piden las criaturas del universo; es el Alfa y la Omega de todo lo pensado y de todo lo creado; el número viviente que cada cual pide en sí mismo, hace destino común con el espíritu; esto significa que según la moral vivida por todo espíritu pensante, así es el grado de felicidad que siente el todo sobre el todo numeral; lo que hacen los espíritus en sus respectivas jerarquías de lo que son, repercute molécula por molécula en su todo viviente; la Moral es una forma de magnetismo, que debió haberse creado de sí mismo, en la prueba de la vida; era la propia criatura, la que se magnetizaba, con su propio magnetismo llamado moral; para poder lograr la más elevada moral, que la mente pueda imaginar, había que saturarse de la divina psicología del divino evangelio del Padre Jehova, y de sus divinos Mandamientos; los divinos Mandamientos representaban para los que pidieron la prueba de la vida, la diaria moral de sus exsistencias; instante por instante, idea por idea, molécula por molécula, segundo por segundo; y en cada uno de los microscópicos, está el número viviente; como lo de arriba es igual a lo de abajo, los tripulantes solares de los platillos voladores, tienen que cumplir también, divinos evangelios ó Sagradas Escrituras, correspondientes a sus jerarquías solares; tal como los espíritus de la Tierra, lo hacen en su jerarquía humana; el número viviente teniendo causa infinita, tal como la tiene el espíritu humano, se manifiesta también en infinitas jerarquías vivientes; exsisten números vivientes en jerarquías del macrocosmo y en jerarquías del microcosmo; el número viviente hace divinas alianzas de vida, tanto con los microbios como con lo gigantesco del universo; el número viviente irradia en las moléculas y en las virtudes, un magnetismo mental, en que en sus leyes vivientes, reconoce a su padre solar; es la ley de atracción entre lo que se fué y de lo que será; esta sensación es un divino pedido de reencuentro entre padre solar é hijos; esto dá lugar en el mundo de prueba y en el instante dado, a que se conozca la divina ley del universo viviente de Dios; y es el principio de la más grande revolución en el respectivo planeta; y según la psicología pensante que vivió y conoció la criatura durante su prueba de vida, así es también su reaccionar ante la nueva ley; en la Tierra planeta de prueba, la reacción mental de sus criaturas será del llorar y crujir de dientes; esto se llama en el Reino de los Cielos Juicio Mental según su propio pensar; la extraña psicología humana, no profundizó el concepto, de que Dios todo lo podía; la psicología humana hizo del infinito una psicología muda y contemplativa; su primitivismo no le dió para una ciencia, que debió haber vinculado su propio sistema de vida, con el infinito mismo; la criatura humana se dividió y se desvirtuó en un microscópico presente; y se ganó un destino que será llamado por las criaturas del futuro, El Ocaso de un extraño mundo; mundo de prueba que hasta en sus últimos tiempos a su caída dudó de la divina Revelación enviada por el divino Padre Jehova, y que ellos mismos pidieron en el Reino de los Cielos; un extraño mundo que su propia caída que se dió, así mismo, fué instante por instante; porque instante por instante, fué entretenido por una extraña ilusión, a la posesión pasajera; el número viviente también fué ilusionado y dividido, por el espíritu al cual se unió momentáneamente por un instante llamado vida; esta extraña ilusión y división se paga en el divino Juicio Final, de la siguiente manera: Tres cuartas partes del divino juicio recae sobre los creadores y sostenedores, del extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro; y un cuarto del divino juicio, recae en los pecadores a los cuales se les obligó a vivir, un extraño sistema de vida, que no pidieron a Dios en el Reino de los Cielos; porque nada injusto se pide a Dios; en el Reino de los Cielos, se le llama extraño a lo que no está escrito en el reino; y el llamado capitalismo, es lo que no está escrito; porque nadie lo pidió; el número viviente al reencarnar ya sea en las construcciones de los platillos voladores, ya sea en los planetas ó soles, ya sea en criaturas, lo hace pidiendo la igualdad numérica; tal como los espíritus humanos pidieron la igualdad espíritual; nadie pide a Dios lo desigual, porque es cosa sabida, que tal pedido es una extraña injusticia, que no tiene sentido en la infinita ley de amor, del divino Padre Jehova; el número viviente en su libre albedrío de número, se queja y se expresa delante de Dios, de que fué influenciado por algo desconocido, que él como número viviente, no pidió; la prueba de la vida consistía en conservar la misma inocencia conque se había salido del Reino de los Cielos; y el número viviente en medio de un llorar, pide y reclama a su inocencia original; he aquí el drama que se causó en la prueba de la vida, a trillones de moléculas de carne y de ideas; todas reclaman y piden justicia contra los culpables de sus dramas; porque sin la inocencia original dada en el Reino de los Cielos, no se vuelve a entrar en el reino; esta ley fué anunciada al mundo de la prueba, en la divina Parábola que dice: Y habrá llorar y crujir de dientes; el número viviente en el Juicio Final, también pedirá que los que lo dividieron, en su concepto que de Dios tenía, sean también divididos y confundidos, en este mundo y en otros mundos; porque cada vez que todo espíritu, pide volver a nacer de nuevo, para conocer vida nueva, lo hace teniendo en cuenta, sus juicios anteriores que corresponden a otras exsistencias, que cumplió en otros pedidos de vida; la deuda de todo espíritu como el premio ganado, no tiene límites, porque habiendo salido de Dios, se le enseñó que lo de Dios era infinito; y siendo infinita su causa, no exsiste el límite en ninguna forma imaginable; ni en las leyes de las tinieblas ni en las leyes de la luz; el número viviente también se comporta en forma infinita; porque el infinito del cual que forma parte, lo creó un mismo Dios nomás; el número viviente al tener ley infinita, se vá expandiendo jerárquicamente, tal como se expande el Universo Expansivo Pensante; la expansión de lo microscópico se hace igual como ocurre con lo gigantesco; lo de arriba es igual a lo de abajo; lo de afuera cumple la misma ley que lo de adentro; el todo sobre el todo se expande partiendo de sí mismo y sucediéndose en lo variable infinito; en que las microscópicas características del desarrollo de lo variable, se van expandiendo y constituyéndose en universos que jamás tendrán límites; y sucede que cada uno en sí mismo, se constituye en el movimiento eterno; lo eterno de sí mismo, vá dejando por herencia y por creación expansiva, nuevos cielos eternos; todo lo que se será se es, y se fué, absolutamente todo salió de sí mismo; lo que se es constituye la más perfecta de las medidas, de la divina Justicia de Dios; cada reencarnación ó nacer de nuevo, es un nuevo punto de partida que dará lugar a otros infinitos puntos de partida; los puntos de partida en la criatura humana, corresponden en número, al mismo número de moléculas de carne, que posee cada cuerpo humano; cada reencarnación es un nuevo punto de partida; es una nueva imágen de Dios; a imágen y semejanza de Dios; cada criatura del universo lo es; porque todos salieron de un mismo Dios nomás; el número viviente también es a imágen y semejanza de Dios; el todo sobre el todo lo es; porque nadie es desheredado, habiendo salido de un mismo Dios nomás; el número viviente al reencarnar en platillos voladores, lo hace pensando en libre albedrío; la unión lo sitúa en mundos nuevos, en que en todo momento estará recibiendo, órdenes de muchos padres solares; el número viviente como la molécula viviente, se unieron a un verbo solar, cuya morada será instante por instante, un platillo volador; tal como los seres humanos se unieron a un planeta Tierra, para conocer el verbo de la carne; es por esto es que fué escrito: El Verbo se hizo carne; lo que se hace sale de sí mismo y se vuelve pedido hecho a Dios; el número viviente al participar en todos los sucesos de una vida, lo hace como juez de suceso; siente, vé y se expande; y en todos los instantes en que el espíritu humano genera ideas, el número viviente las penetra como quien se sumerge en un océano; este océano está constituído por todos los magnetismos de las sensaciones, que el espíritu pidió conocer en la prueba de la vida;el comportamiento del número viviente, es igual al comportamiento del espíritu, en la dimensión humana;lo que sucede en el interior de sí mismo, es una réplica de lo que sucede en el exterior; el número viviente de un platillo volador, también es influenciado por lo que hacen y piensan los padres solares; esto significa que también los padres solares, están expuestos a los divinos juicios de Dios; un juicio solar no es lo mismo que un juicio humano; porque el poder del verbo no tiene la misma ciencia; el número viviente actúa por ley magnética y por jerarquía; dentro de un todo sobre el todo, exsisten infinitas jerarquías de todo; microscópicas dimensiones dentro de lo microscópico; esto explica el concepto que tiene cada uno, de las diferentes medidas y capacidades mentales; lo mental se expresa por jerarquía de entendimiento; y este entendimiento vá variando en las medidas conque ocurren los sucesos, instante por instante; el número viviente con todas las virtudes del pensar, no se deja ver; sino, que se deja sentir; en los platillos voladores se cumplen otros tiempos en los instantes en que ocurren los sucesos; la mente solar posee mayor número de dimensiones, porque su ciencia es mayor; y siendo mayor, tiene mayor poder en dimensiones de mundos que visitan; ningún padre solar lo abarca todo; sólo el divino Padre Jehova lo abarca todo; más la potestad de los primogénitos solares, es la que sigue después del Padre Jehova; las infinitas jerarquías del universo que no tienen fín, saben esta ley cósmica; el número viviente está también en poder primogénito, en su respectiva filosofía numeral; el todo sobre el todo está representado en todas las infinitas jerarquías del universo; porque nadie es desheredado en la creación de Dios; el número viviente participa en los platillos voladores, de todo acontecimiento que ocurre dentro y fuera de la nave; ellos los números son consultados, como es consultado el todo sobre el todo; en los platillos voladores se ven leyes que maravillan; dentro de sus naves se escriben los divinos Juicios y destinos de infinitos planetas; allí se tiene una divina y eterna comunicación con el Reino de los Cielos; lo que se hace en el Reino de los Cielos, también se hace en los platillos voladores; el número viviente participa en todo lo que ha de suceder en los futuros acontecimientos, de un planeta, sol, ó cualquiera otra infinita creación; en los platillos voladores todos tienen obligaciones en sus propias jerarquías; el Alfa y la Omega de sus divinas filosofías, abarca sensaciones de lo conocido y lo desconocido; en que se van descubriendo desconocidas leyes; el viajar por un universo sin límites, es encontrar experiencias también sin límites; lo desconocido para ellos, constituye la suprema felicidad; porque todos tratan de expandir en los mundos desconocidos, las enseñanzas y ciencias que vivieron en sus respectivos Reinos de los Cielos; lograr transformar a un mundo que violó la divina ley de Dios, es para ellos la suprema felicidad; y poner tal mundo, a los divinos pies del Eterno; lo último es término inmortal que se escucha en todo el infinito universo; esta ley corresponde a los que visitan a los mundos de las tinieblas y de la Luz; ocurre que muchos mundos de la luz, caen en tinieblas porque no saben ó no quieren vencer sus complejos de soberbia; lo último es el caso de la Tierra, planeta de prueba de vida; sus criaturas que pidieron conocer una forma de vida, para poder desprenderse de su primitivismo, no quieren desprenderse del extraño complejo, de usar la fuerza para la convivencia diaria; dispusieron para ello, de muchos siglos, y aún no cambian; el divino Juicio Final los sorprende sin que aún se hayan despojado de tan extraño complejo; este extraño complejo que se prometió a Dios, vencerlo en la prueba de la vida, es lo que llenará de ira divina, al Hijo Primogénito Solar Cristo; porque el uso de la fuerza en la prueba de la vida, nadie lo pidió al Padre Jehova; los números vivientes actúan en todo enojo de la divina majestad solar; y el enojo numeral provoca cataclismos planetarios; los océanos del planeta se desbordarán cuando el Hijo de Dios se llene de ira, al ver los extraños cuarteles militares, en donde se le enseñaba a los hijos de Dios, a matar; los números vivientes que todo lo equilibran cuando sienten el enojo de su padre solar, obedecen al enojo del Padre; son simultáneos é instantáneos al divino carácter de su Primogénito Solar; los números vivientes serán comprendidos por el mundo de la prueba, con lágrimas y alegrías; porque los números vivientes también participan en todo premio ganado por la luz; es por esta ley es que fué escrito: Por mi causa lloraréis y por mi causa os regocijaréis; era la causa que provocaría la intervención del Hijo Primogénito, con sus leyes solares en su futura reencarnación de Juez del divino Juicio Final; el número viviente de los platillos voladores, se unen a los números vivientes del todo sobre el todo, de un padre solar; su inmenso poder no tiene igual; toda la naturaleza queda subordinada amorosamente a los divinos mandatos del Padre Primogénito Solar; la intervención de los platillos voladores en el divino Juicio Final, fué anunciada en el evangelio del Padre Jehova; escrito fué: Señales en los Cielos; todo el mundo de la prueba de la vida, estarán observando el espacio, como jamás fué observado nunca; porque por sus propios ojos verán flotas infinitas de platillos voladores, de las más variadas jerarquías galácticas; el número viviente está infinitamente enlazado a todas las moléculas de la naturaleza, por infinitos cordones solares; formando un todo sobre el todo, en todo; lo emocional en los seres pensantes, también está entrelazado y enlazado a las moléculas de la atmósfera y éstas, a las moléculas de los elementos de la naturaleza; en el divino Juicio Final, en la era del llorar y crujir de dientes, todo molecularmente hablando, estallará en un sentimentalismo como jamás se vió ni se verá en esta Tierra; el número viviente al desequilibrarse por causa de las violaciones del mundo de la prueba, clama en forma instantánea, su injusticia; y como su ley es penetrante y a la vez expansiva, llega a toda conciencia; y llegando a toda conciencia, ésta determina grandes cambios que en su conjunto se denomina revolución; el arrepentimiento del mundo de la prueba, hace que surjan nuevas costumbres, que causan espanto a los que estaban acostumbrados, a enseñar costumbres inmorales; entre las últimas estaba la extraña costumbre de que los hijos del Padre se mataran; por causas desconocidas al Reino de los Cielos; la única causa conocida en el reino de Dios, era y es la de no matar ni de mandar a matar ni matarse; el número viviente en su libre albedrío de número, pedirá al hijo de Dios, que los que mandaban y enseñaban a otros como matar, los tales reciban igual muerte; porque los números vivientes cumplen con todas las divinas parábolas y leyes divinas, que el mundo de la prueba pidió como prueba; uno de ellos dice: Con la vara conque medístes a otros, así serás medido; que quiere decir: sensación que a otros deseástes, se recibe en sí mismo; sensación por sensación; esto hace que los llamados ricos, surgidos durante el extraño mundo salido de las extrañas leyes del oro queden en la más grande pobreza, que mente alguna pueda imaginar; es una de las verdades del llorar y crujir de dientes; los que durante el desarrollo de sus propias vidas de prueba, hicieron caso al divino evangelio de Dios, bién podrían no quedar en la miseria; porque el número viviente en la ilustración hacia lo de Dios, los defendería en el divino Juicio Final; letra por letra, ellos serán defendidos; y esta defensa sería la mayor tabla de salvación de criatura pensante; porque el número viviente encuentra en su reencarnación en el divino evangelio de Dios, su más elevada jerarquía; porque lo de Dios no tiene límite; quien se aferra al divino sello de Dios, salvo es en sus yerros.-
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-